Regalos

Por Mariquita Noboa
15 de Diciembre de 2013

En cada diciembre nos llega un recuerdo inevitable: cuando la mamá nos mandaba a la cama, la noche del 24, y nos decía: “Hay que dormir temprano porque el Niño Dios y Papá Noel vienen a dejar los regalos…”. Entonces cerrábamos los ojitos con ilusión de encontrar al día siguiente todo lo que habíamos pedido en la carta.

En medio de la avalancha de compras se impone la emblemática figura de Papá Noel, o de Santa Claus, también puede ser la del Viejito Pascuero o Melchor, Gaspar y Baltazar, con sus respectivos cofres de oro, incienso y mirra, que parece fueron quienes abrieron el camino para estos felices momentos.

…Esta vez, también he escrito mi carta… con espíritu de niña, pero con ojos de adulta; cuidando con esmero lo que se debe y lo que no se puede regalar. ¿Lo que no? Veamos:

• Mascotas. No siempre se tiene el tiempo y la disposición de entrenar, alimentar y cuidar la salud del animalito.

• Bonsái. Necesita cuidado diario; hay que regarlo, podar ramas y raicillas. Se requiere técnica.

• Orquídeas y plantas ornamentales. Si no hay gusto ni afición por la jardinería, no es buena opción de regalo.

• Incienso. A algunos encanta, a otros, incomoda.

• Ropa interior. Esto es decisión exclusivamente de quien la usa. Entre amigos, y mucho menos en ambiente laboral, la ropa interior no tiene cabida como regalo.

• Desodorante. Sobran razones para no incluirlo en la lista de regalos.

• Dinero en efectivo. Solamente si es para alguien muy allegado. Busque billetes nuevos, póngalos en un sobre, y que sean de alta denominación.

Buscar regalos no tiene por qué generar tensión, el obsequio es una muestra de aprecio y generosidad, por lo tanto, no tiene que ser fastuoso, extravagante, desmesurado o abrumador. Los regalos adecuados van en función de quien los recibe.

Consideremos opciones: futbolín de escritorio, libros, música orquestada, linterna para leer, tarjetas de agradecimiento, jabones finos, estuche de viaje para cosméticos, separadores de lectura, joyero, zapatillas para levantarse de la cama, portatarjetas, clases de fotografía, baile o de canto, objetos deportivos, instrumentos musicales, utensilios de cocina, materiales de arte, hilos para bordar, lana y palillos para tejer, mermeladas, galletas y chutney elaborados artesanalmente.

En cualquier caso, cuide de la envoltura, cinta y tarjeta. Si lo recibe, no está obligado a corresponder, pero si quiere ser recíproco, considere que no es el valor lo más importante.

Un regalo no es para impresionar. Recuerde: Edad, sexo, actividad, preferencias. Aquí está la clave para sorprender.

mtnoboa@hotmail.com

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