¿Corazón o indigestión?

25 de Septiembre de 2016

Confundir los síntomas de un ataque cardiaco con los de una indigestión es más habitual de lo que pudiera parecer. Entender la diferencia es fundamental.

No todos los ataques al corazón comienzan con el punzante dolor en el pecho con el que a menudo los vemos representados en las películas.

Y los síntomas no son iguales en todas las personas.

“Muchos comienzan lentamente, con dolor y molestias leves; otros se conocen como ‘silenciosos’, pues no causan síntomas”, explican los expertos del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos (NHLBI, por sus siglas en inglés).

Y, en otras ocasiones, se asemejan a una indigestión o acidez estomacal. Eso fue precisamente lo que le sucedió a Melanie Mully. Por suerte, una llamada fortuita le salvó la vida.

¿Indigestión?

Parecía un día como otro cualquiera. Melanie, de 38 años, había salido de compras con su hija Alice, que entonces tenía 11 meses. De repente, se sintió mareada y comenzó a sentir un dolor como de indigestión.

“En un momento dado me dio un sofoco y comencé a sudar de repente”, contó Melanie. Pero al poco se le pasó y decidió no prestarle demasiada atención a su malestar.

“Más tarde, subiendo una cuesta mientras empujaba el carrito del bebé, comenzaron a dolerme los brazos”, relata.

Confusión general

Pero en ningún momento pensó que se trataba de un ataque al corazón. “No conecté una cosa con la otra”, explica Melanie. “Simplemente pensé que me pesaba el carrito y que era normal porque estaba cuesta arriba”.

Ese día terminó en el hospital, donde pasó tres semanas, tras un coma inducido. De hecho, tuvo que posponer su boda, que iba a tener lugar cinco días más tarde del accidente, y también las celebraciones del primer cumpleaños de su hija.

Melanie sufrió tres síntomas típicos de un ataque al corazón (mareo, sudoración y dolor en el brazo y el estómago), pero no lo vio venir, a pesar de estas claras señales de advertencia.

Y su caso no es aislado. De acuerdo con una nueva investigación de la Fundación Británica del Corazón (BHF, por sus siglas en inglés), la mitad de quienes sufren un ataque cardiaco tardan días en buscar tratamiento médico.

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Atento a las señales

“No todas las personas que tienen un ataque cardiaco tienen síntomas típicos”, explican desde el NHLBI. Y advierten: “Cuantos más signos y síntomas tengas, más probable será que te esté dando un ataque cardiaco”.

De acuerdo con los especialistas, los síntomas “pueden presentarse de repente, pero también pueden aparecer lentamente, desde horas, días e incluso semanas antes del ataque”.

Los expertos advierten que es necesario conocer bien los signos de alerta para poder buscar ayuda cuanto antes. “Cuanto más pronto obtengas ayuda de urgencias, menos daño sufrirá el corazón”, agregan.

En el caso de Melanie, fue una llamada de teléfono lo que le salvó la vida. “Llamé a una amiga, pero no recuerdo nada de esa conversación. Me dijo que no hablaba claramente y que se dio cuenta de que algo malo estaba pasando”, cuenta Melanie.

“Afortunadamente, mi amiga llamó a los servicios de emergencia, que llegaron a mi casa en 10 minutos”. Han pasado cinco años desde el incidente y, aunque sus recuerdos de ese día están un poco borrosos, Melanie no ha olvidado la lección.

“Trato de vivir cada día al máximo y me siento muy afortunada por estar viva. Todo podría haber terminado mucho peor”.

Deje de fumar ahora

Dejar el cigarrillo y subir de peso o mantenerse en el vicio y conservar la silueta. El eterno dilema. Pero en términos de salud, la primera es la mejor opción: dejar de fumar reduce el riesgo de enfermedades del corazón, incluso si conduce a un aumento de peso significativo, según una investigación publicada en la revista de la Asociación Médica de Estados Unidos (JAMA, según sus siglas en inglés).

Los estudios sugieren que las personas que dejan de fumar adquieren entre 2,7 kg y 5,9 kg durante los primeros seis meses.

Sin embargo, aun con esos kilos de más, vale la pena renunciar al cigarrillo.

Los exfumadores que habían permanecido alejados del tabaco durante más de cuatro años tenían un riesgo 54% menor de enfermedades al corazón y a las arterias que los fumadores.

Exfumadores recientes que habían dejado de fumar por un período menor a cuatro años experimentaron casi el mismo beneficio con un riesgo 53% menor con relación a quienes fuman.

Esto a pesar de que los que dejaron de fumar recientemente generalmente se mantienen con entre 2,5 y 5 kilos más en un período de cuatro años.

La investigación del JAMA examinó los hábitos de fumar y la salud cardiaca de más de 3.000 personas participantes del Framingham Offspring Study (FOS), entre mediados de los ochenta y mediados de los 2000. Iniciado en 1971, el FOS incluye la recolección de datos médicos de participantes que se someten a un examen médico completo cada cuatro o seis años.

“Ahora podemos decir sin duda que dejar de fumar tiene un efecto muy positivo sobre el riesgo cardiovascular de los pacientes con y sin diabetes, incluso si experimentan un aumento de peso moderado”, explicó el doctor James Meigs, de la Harvard Medical School, uno de los autores del estudio.

Doireann Maddock, enfermera jefa cardiaca de la Fundación Británica del Corazón, dijo que el temor a engordar no debe disuadir a los fumadores de dejar de fumar. (I)

¿CIGARRILLO O COMIDA?

La obesidad es factor de riesgo de enfermedades del corazón, lo que hace pensar que el aumento de peso podría anular algunos de los beneficios de dejar de fumar. El aumento de peso también hace que algunos fumadores sean reacios a detenerse.
 

BUSQUE AYUDA PROFESIONAL

Si está interesado en dejar de fumar, pero preocupado por el aumento de peso, el uso de ayudas para dejar de fumar, como chicles o terapias recomendadas por su médico, pueden ayudar a resistir la tentación de reemplazar el cigarrillo por comida.
 

Fuente: BBC

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