Cuidado con la retina

El desprendimiento de la capa más interna del ojo puede conducir a la pérdida total de la visión o del ojo. Trátela a tiempo.

Si ve destellos de luz brillante en sus ojos, moscas volantes, tiene visión borrosa o distingue sombras, tenga cuidado. Estos síntomas pueden deberse a un desprendimiento de la retina (DR), que es la capa más interna del ojo, situada en la parte posterior, cuya función es captar las imágenes.

Según el oftalmólogo Virgilio Chacón Pazmiño, especialista en retina y vítreo, tales manifestaciones surgen cuando la retina se separa o se desprende de la pared del globo ocular, y puede ser provocada por tres causas.

La primera es por tracción de la retina, como les puede suceder a los pacientes diabéticos no controlados, ya que el alto nivel de azúcar provoca la aparición de tejidos fibro-vasculares que tiran de la retina, enfermedad conocida como retinopatía proliferativa.

La segunda causa de un desprendimiento de la retina es por el depósito de líquido exudativo; es provocado con mayor frecuencia por procesos inflamatorios.

Y la tercera, agrega Chacón, se produce por una rotura en la retina, frecuentemente asociada a cambios en la gelatina que llena el interior del ojo. Ciertas condiciones como la miopía o traumatismo pueden facilitar la aparición del desprendimiento de la retina.

“El paciente puede notar una mancha negra en el campo de visión que se incrementa de tamaño a medida que transcurre el tiempo o la visión disminuye”.

Chacón asegura que si el desprendimiento de la retina no se trata a tiempo, esto puede llevar a la pérdida total de la visión e incluso del ojo. Es por eso por lo que el paciente debe acudir de urgencia al oftalmólogo, quien le realizará un examen de fondo de ojo con dilatación de la pupila para descartar o comprobar la presencia del problema. “Mientras más temprano se trata, mayor oportunidad tiene el afectado de recuperar la visión que se ha disminuido”.

Cirugía es indispensable

Según el oftalmólogo David Zeballos Soriano, especialista en cirugía de retina y vítreo, el tratamiento que se aplica en un desprendimiento de la retina es quirúrgico, y cuando es oportuno, el pronóstico de éxito anatómico (reaplicación de la retina) es de alrededor del 85%, mientras que en el 15% restante el paciente puede necesitar de dos o más intervenciones.

Entre los cuidados posoperatorios que el paciente debe tener en cuenta están la aplicación de colirios y/o pomadas de antibióticos y antiinflamatorios, y una protección ocular transitoria. Además debe acudir a todos los controles indicados y consultar en caso de molestias.

Incluso, si el médico utilizó durante la intervención un gas intraocular (gas de uso medicinal para mantener la retina aplicada), es indispensable que el paciente mantenga reposo estricto en una posición determinada para favorecer la acción adherente del gas; el tiempo en esta posición lo determinará el médico tratante.

Después de la cirugía, agrega Zeballos, la visión suele ir mejorando de forma gradual durante un periodo de días o semanas, aunque la capacidad visual, finalmente alcanzada, puede ser inferior a la que existía previamente, en especial si el desprendimiento afectó a la mácula, que es el área de la retina de máxima sensibilidad.

Según Zeballos, es muy importante que las personas con miopía o con familiares que hayan tenido desprendimiento de retina se realicen exámenes oculares periódicos por un retinólogo, para que se pueda lograr la detección temprana de los cambios en el vítreo o en la retina y así se puedan tratar las lesiones retinianas periféricas predisponentes con fotocoagulación láser.

Por último, es necesaria la revisión del ojo contralateral en aquellas personas que ya han padecido desprendimiento de retina en un ojo.