Empoderamiento con caballos

Las personas con discapacidad pueden mejorar su salud mental y física con terapias con caballos. En la vía a la costa se aplicará una nueva técnica.

Hacer terapia con caballos no es una idea nueva. Se ha implementado con éxito por décadas y su efecto positivo se ha descrito en un sinnúmero de publicaciones desde la antigüedad.

El doctor Max Reichenbach, pionero en la investigación científica de la equinoterapia, desde 1953 elaboró los primeros estudios científicos con numerosos pacientes en su clínica de fisioterapia en Birkenreuth, Alemania. A partir de ese momento la investigación ha sido el motor para el desarrollo y la difusión de la equinoterapia en todo el mundo.

La terapia con caballos se divide en tres áreas: hipoterapia, monta terapéutica y volteo, y equitación como deporte para personas con discapacidades, pues cada una está dirigida a diferentes tipos de enfermedades utilizando estrategias terapéuticas distintas.

Pero desde hace algunos años también se usan los caballos para psicoterapia y aprendizaje con la técnica llamada Empoderamiento. En Ecuador, uno de estos sitios está localizado en el rancho 4 Volcanes, en San Pablo del Lago, en Otavalo (Imbabura), y próximamente en el rancho La Gerarda, km 24 de la vía a la costa.

La psicóloga clínica alemana Christina Ring, directora de Empoderamiento con caballos en Ecuador y con una especialidad en intervención conductual-cognitiva para niños traumatizados y familias en situación de crisis, explica que los caballos, por su sensibilidad innata de percibir cambios energéticos en el ambiente y por su jerarquía social en las manadas, tienen la habilidad de reflejar exactamente lo que perciben del lenguaje corporal, las emociones, los pensamientos y sentimientos de los humanos. “Son capaces de detectar bloqueos, patrones o habilidades en las personas que ocultamos inconscientemente”.

Estos animales no mezclan la interpretación con la verdad, pueden ser un espejo para el comportamiento de la persona e incluso expresar ciertas emociones para esta; y precisamente por estas cualidades se usan cada vez más en situaciones de coaching, psicoterapia y aprendizaje.

“Las terapias con caballos son seguras si se respetan las reglas, si se los elige bien y si el facilitador está capacitado y ciento por ciento atento durante todo el proceso. No se trata de montar un niño en cualquier caballo. Eso sí es extremadamente peligroso”.

Para Carlos Pazmiño Cabrera, ganadero y criador de caballos en el rancho La Gerarda, todos estos animales responden ante situaciones que se presentan en el momento de la terapia, por eso hay que tratar de que estos aprendan a tolerar y reaccionar confiando en un líder que tienen a su lado y se mantengan en calma. Por eso se debe trabajar con caballos que están en constante entrenamiento.

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Empoderamiento efectivo

El empoderamiento es un método efectivo, dice Ring. Los niños, por ejemplo, pueden subirse a estos para realizar ciertos ejercicios, pero no es el objetivo principal montarlo. “La gran mayoría de los ejercicios se realizan ‘pie a tierra’ y las actividades montadas se usan en ciertos casos para incrementar la motivación, estimular el sistema nervioso, aumentar el autoestima”.

El caballo apto para realizar ejercicios montados, dice, debe ser relativamente pequeño, con un lomo redondo (siempre se monta a pelo) y un carácter tranquilo, pero curioso. Debe tener un andar muy regular y un entrenamiento complejo en doma natural.

Con el empoderamiento, agrega, se trabaja un amplio rango de problemas, básicamente desde el sentido psicológico, mas no de fisioterapia. La idea es que las personas se fortalezcan e incrementen la conciencia de sus interacciones con su entorno.

Les provee estimulación sensorial y apoyo emocional, cognitivo y energético.

El empoderamiento general, explica, se logra por un lado disminuyendo las dificultades conductuales y emocionales con una reprogramación de estrategias de afrontamiento, mayor entendimiento de la vida emocional y expresión de sentimientos más adecuado. “Por otro lado, empoderamos con el incremento de la habilidad de autoobservación y empatía para otros, lo cual lleva a relaciones personales duraderas y de confianza”.

En realidad, dice Ring, se trabaja hacia un incremento de movilidad emocional y física cuando está amenazada por trauma, edad, enfermedad u otros factores. Incluso incrementar la motricidad, el habla y el control de impulsos son metas secundarias.

Por último, con sesiones familiares se aspira a mejorar la comunicación y el entendimiento empático entre los miembros. (I)