Entrenamiento especializado en gastroenterología

El centro Pentax forma a especialistas ecuatorianos y extranjeros en procedimientos diagnósticos y terapéuticos de última tecnología.

El cirujano y gastroenterólogo argentino Manuel Valero explica cómo decidió venir a Ecuador, hace un mes, para formarse en endoscopia avanzada (CPRE y ecoendoscopia). “Durante mi formación en endoscopia básica (digestiva alta y colonoscopia) analicé posibilidades de formación en diferentes países. No existen muchas posibilidades y las que hay no son completas en programa ni en tecnología”. A través de la Organización Mundial de Endoscopia (EWO) supo del Pentax Training Center, ubicado en el Omni Hospital, en Guayaquil.

Valero planea pasar dos años formándose en procedimientos de vía biliar y endoscópicos. “El centro cubre las expectativas de cualquier endoscopista. No sé si dos años van a ser suficientes para todo lo que hay por aprender”.

Roberto Gugig, gastroenterólogo pediátrico venezolano-estadounidense especializado en hepatología y nutrición, llegó a Guayaquil en 2014, motivado por la escasez de especialistas CPRE (colangiopancreatografía retrógrada endoscópica) para niños en su país. Comenta que durante su estadía en Ecuador realizó una gran cantidad de procedimientos (más de 200 en tres meses). Actualmente aplica lo aprendido en un programa dedicado a niños, en la Universidad de California, donde atiende a cerca de siete pacientes al día.

Buscando médicos ecuatorianos

El objetivo del centro Pentax, dice su director, el gastroenterólogo Carlos Robles Medranda, es promover en Ecuador la enseñanza de la endoscopia digestiva. “Recibimos médicos de todo el mundo, especialmente de América y el Caribe. Son especialistas en sus países, que vienen a aprender técnicas que aún no están desarrolladas allá, y las buscan en Ecuador”.

En los cuatro años de funcionamiento, el Centro Pentax ha capacitado a una treintena de médicos, y de ellos cuatro son ecuatorianos. “Nos parece ilógico tener la tecnología más avanzada en Latinoamérica, y que los nacionales no puedan formarse aquí. Creemos que es, principalmente, por desconocimiento”, indica Robles, jefe de endoscopia del Instituto Ecuatoriano de Enfermedades Digestivas y presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Gastroenterología. Los interesados en el programa necesitan dirigir una carta y currículum al centro, para su evaluación.

Procedimientos

Robles señala que la mayoría de los aplicantes son encaminados por la EWO o por profesores de universidades extranjeras que solicitan pasantías. “Nos acompañan, discuten los casos, ven cómo se manejan las nuevas tecnologías”.

Cita la cromoendoscopia electrónica (da realce a la imagen y mejora el diagnóstico de las lesiones de la mucosa), magnificación óptica (para diagnosticar lesiones), endomicroscopia confocal (para ver células en vivo) y coledocoscopia (endoscopio descartable que entra a la vía biliar a través de otro endoscopio, para examinar y realizar tratamiento de destrucción de cálculos de modo menos agresivo y más seguro).

Un caso ecuatoriano

Al momento, dos ecuatorianos entrenan en el centro Pentax. La doctora Aidé Escobar recibió entrenamiento allí entre noviembre de 2013 y enero de 2014, y actualmente forma parte del equipo del Ieced. “Durante ese tiempo tuve la oportunidad de retomar procedimientos de vía biliar, un estudio en el que me había detenido, porque no se aplicaba en el hospital de segundo nivel en el que trabajaba por entonces”.

En Pentax, Escobar pudo observar procedimientos que solo conocía por internet. “Es como estar en un Ecuador diferente. Fue muy valioso para mi formación, y por eso opté por regresar. Tienes acceso a tecnología de punta todo el tiempo, en tu país, en tu idioma, y con calidad internacional”.

Ver las células en vivo

La endomicroscopia confocal permite ver imágenes de alta resolución celular (x 1.000) de los tejidos internos durante el procedimiento. “Se hace a través de sondas que miden de 0,8 mm a 2,8 mm, enviadas por catéteres. Así es posible, por ejemplo, pasar la sonda a través de un broncoscopio y ver en vivo las células del pulmón y hacer una biopsia óptica”, detalla Robles.

Se pueden determinar las zonas sospechosas de tumor y dirigir la biopsia con mayor precisión. Algunas veces, dice Robles, la biopsia puede dar un falso negativo. Esta tecnología ayuda a saber si hay cáncer o no durante el procedimiento. Puede aplicarse en el tracto gastrointestinal, los conductos biliares y pancreáticos, el sistema urinario y el respiratorio. Se usa en laparoscopia, y es un recurso en cirugía para saber si los ganglios son o no metastásicos o si el peritoneo tiene implantación de cáncer. Tiene la autorización de la FDA y la aprobación de la Unión Europea. (I)