Nuevas medicinas para la esquizofrenia
Menos efectos secundarios favorecen a minorías en EE.UU.
Avances en los medicamentos para la esquizofrenia y otras condiciones psicóticas, que afectan al 1% de la población, están favoreciendo particularmente a los hispanos y afroamericanos en los Estados Unidos.
“Estamos usando medicamentos de tercera generación que no solo están muy capacitados para combatir los síntomas y los efectos de la enfermedad, sino también para prevenir cualquier tipo de efecto secundario, previniendo complicaciones cardiacas o diabetes, que son tan predominantes entre las minorías en este país.
Este es el mayor avance que hemos tenido en este campo en los últimos tiempos”, asegura el psiquiatra Dr. Emilio Mantero-Atienza, director médico de la Unidad de Salud del Comportamiento, del Kendall Regional Medical Center y afiliado también al Hospital Mercy, ambos en Miami.
El Dr. Mantero, oriundo de Sevilla, España, estudió medicina en su país y se especializó en la Universidad de Miami en salud pública y farmacología con bioquímica aplicada, así como en psiquiatría.
Él explica que la esquizofrenia en general tiene dos tipos de síntomas: los signos positivos, tales como alucinaciones o paranoias, la agitación o estimulación del paciente; y los llamados síntomas negativos, como pueden ser la apatía, la anhedonia (inhabilidad de experimentar placer), la depresión, la tristeza, o la inactividad. Los signos positivos ya eran bien tratados con las medicinas anteriores. El problema había sido siempre con los efectos secundarios de esas medicinas y con la falta de mejoría de los signos negativos.
“Estamos usando medicamentos de tercera generación, que no solo combaten los síntomas y los efectos de la enfermedad, sino que también previenen cualquier tipo de efecto secundario”, Dr. Emilio Mantero-Atienza.
Menos efectos secundarios
“Estas medicinas nuevas actúan tanto contra los síntomas positivos como con los síntomas negativos, sin tener que pagar el precio de unos efectos secundarios tan serios como el Parkinson, distonías (movimientos involuntarios), y disquinesias (movimientos anormales), entre otros”, afirma el Dr. Mantero.
Algo muy importante es que estos nuevos medicamentos también tienen menos efectos secundarios que desencadenen o empeoren otros problemas que son condiciones muy prevalentes entre las minorías en los Estados Unidos. Por ejemplo, los pacientes psiquiátricos hispanos tienen un mayor índice de enfermedad cardiovascular o enfermedad endocrinológica como la diabetes, que los pacientes psiquiátricos anglosajones. Las causas pueden ser muchas, incluyendo factores genéticos, dieta, acceso a bienestar y a salud, entre muchos otros.
Los antipsicóticos
Los fármacos antipsicóticos antiguos tenían como efecto secundario muy prevalente lo que se llama un síndrome metabólico negativo, en el cual aumentaba el colesterol malo, los triglicéridos, y empeoraba procesos como la diabetes. Los nuevos medicamentos no tienen este tipo de efectos.
El especialista explica que los nuevos medicamentos antipsicóticos en la farmacopea norteamericana, incluyen, entre otros, Saphris, Latuda y Fanapt.
Los tres mencionados son todos antipsicóticos atípicos. Los antipsicóticos atípicos difieren de los típicos en que son menos propensos a causar en los pacientes discapacidades extrapiramidales de control motor, las cuales incluyen movimientos inestables tipo enfermedad de Parkinson, rigidez corporal y temblores involuntarios.
El Asenapine o Saphris se desarrolló para el tratamiento de la esquizofrenia y la manía aguda asociada con el disturbio bipolar. Fue aprobado en el 2007.
El Iloperidone, también conocido como Fanapt, y previamente conocido como Zomaril, también se prescribe para el tratamiento de la esquizofrenia. Fue aprobado en el 2009.
El Lurasidone o Latuda también es usado para la esquizofrenia. Fue aprobado en el 2010. Actualmente está pendiente su aprobación para el tratamiento del disturbio bipolar en los Estados Unidos.
Disturbio mental más complejo
Según información suministrada por la Escuela de Medicina de la Universidad de Miami y de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH), que es parte de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), aproximadamente 2.4 millones de estadounidenses padecen de esquizofrenia.
Una en cada 10 personas que cometen suicidio sufre depresión, esquizofrenia u otras enfermedades mentales.
En la mayoría de los casos, la esquizofrenia aparece primero en hombres hacia el final de la adolescencia o temprano luego de cumplir 20 años. En las mujeres, la esquizofrenia aparece primero mientras tienen de 20 a 30 años, o temprano luego de cumplir 30 años.
La esquizofrenia es uno de los disturbios mentales más complejos. Involucra una perturbación del cerebro severa, crónica y discapacitante. Fue previamente clasificada como una enfermedad psicológica, ahora se clasifica como enfermedad cerebral.
De acuerdo a un estudio del Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la Escuela de Medicina de la Universidad de Emory, en Atlanta, Georgia, “la esquizofrenia es una enfermedad mental grave que causa discapacidad mayor e impedimento sicosocial. Avances recientes en las neurociencias están impulsando considerar la esquizofrenia desde una perspectiva preventiva… la elucidación de los posibles factores de riesgo de esquizofrenia y la investigación sobre marcadores de riesgo. Los factores de riesgo de esquizofrenia incluyen, pero no se limitan a los antecedentes familiares, edad paterna, síndrome velocardiofacial, síndrome de Down, infecciones maternas durante el embarazo, complicaciones del embarazo y el parto, y las dificultades de adaptación social en la infancia y la adolescencia. Posibles marcadores de riesgo son patología cerebral estructural, anomalías físicas menores y alteraciones dermatoglíficas, déficits neurocognitivos, la disfunción de seguimiento ocular, ciertos hallazgos electrofisiológicos, y el déficit olfativo de identificación”.
Fuente: *Redactor médico de Miami. Para más información, escriba a INTL@hcahealthcare.com o visite hcasaludinternacional.com