Queratosis actínica
La exposición por mucho tiempo al sol provoca que la piel se torne con áreas elevadas y ásperas. ¡Tenga cuidado!
Si ha observado que en su cara, pecho, parte superior de la espalda, brazos, piernas, cuero cabelludo e incluso orejas, tiene manchas pigmentadas o con arrugas y que, además, con el paso del tiempo se han tornado rosadas con pequeñas escamas, constituyen las queratosis actínicas (QA); es decir, lesiones consideradas como un precáncer que guardan relación con la exposición a la radiación ultravioleta (RUV).
Las personas también suelen detectarlas al tacto cuando son de color piel y tratan de desprenderlas causando inflamación y mayor degeneración de los tejidos.
Según el destacado dermatopatólogo norteamericano Ackerman se las debe considerar como un cáncer espinocelular (CEC) intraepidérmico o in situ, es decir que en esta etapa aún no dan metástasis.
Estadísticamente, dice la dermatóloga Bertha Naula, el 60% de CEC se originan de una QA y esto se lo ha confirmado porque las dos lesiones comparten marcadores tumorales genéticos y mutaciones del gen p53. Los países que muestran mayor prevalencia son los cercanos a la línea ecuatorial.
Para la dermatóloga Blanca Almeida Jurado, se puede observar daño actínico en los jóvenes, especialmente, en los que realizan deporte al aire libre a las horas del mediodía, pues a mayor exposición más daño a la piel. Sin embargo, es más frecuente en los adultos mayores con piel blanca (fototipo I y II), en el sexo masculino, en agricultores, arquitectos, pescadores, entre otros.
Incluso, explica Naula, en personas con antecedentes de quemaduras solares en edades tempranas (antes de los 20 años), debido a que el efecto de las radiaciones especialmente de las provenientes del sol es acumulativo y por tener menor cantidad de melanina (pigmento que da color a la piel y protege al ADN de la célula evitando el cáncer), pero las pieles más oscuras también pueden presentar este daño, aunque en menor grado, no así la negra la cual tiene mayor protección.
AGENDA MÉDICA
II Curso Internacional Isaps Ecuador “Excellence in Face, Body and Breast”. Estarán como profesores invitados: Ozan Sozer (EE.UU.), Roxo Pino (Brasil), María Isabel Cadena (Colombia), Arturo Ramírez (México) y Erhan Erylmaz (Turquía). Se tratará sobre cirugía plástica en pacientes posbariátricos, face lift compuesto, algoritmo simplificado para el aumento mamario y tromboprofilaxis en cirugía plástica.
Fecha: 24 y 25 de abril del 2015.
Lugar: Hotel Sheraton Guayaquil.
Informes: 099-926-6455.
Más propensos
Según los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, las personas más propensas a desarrollar queratosis actínica son las que tienen ojos azules o verdes o cabello rojo o rubio. También las que se han sometido a un trasplante de riñón o de otro órgano, las que tienen las defensas bajas, las que toman medicamentos que inhiben el sistema inmunitario (quimioterapia, fototerapia, puvaterapia).
Cuando la piel recién empieza a ponerse actínica, menciona Almeida, se vuelve seca y áspera con discromías (alteración del color) llamando la atención por las líneas o arrugas finas en personas muy jóvenes, incluso desde los 20 o 30 años.
“Es desagradable a la vista porque no tienen un tono uniforme, pierden la turgencia propia de una piel hidratada y juvenil. Por otra parte, el problema deja de ser estético cuando aparecen lesiones precáncer o cáncer”.
Formas de tratarlas
La queratosis actínica, dice Naula, puede tomar tres caminos: resolución espontánea, permanecer estables o progresar a un CEC; por eso es importante su control periódico y tratamiento. Este va a depender del aspecto de la lesión (inflamación, sangrado, ulceración), del tamaño, de su ubicación, del número de lesiones, del aspecto estético y de la preferencia o experiencia personal del médico. En algunas ocasiones puede ser necesaria la biopsia para un estudio histopatológico de la lesión.
Las medidas preventivas, agrega, son el uso de ropa y gafas con protección UV, sombrero de alas anchas, de protectores solares tópicos (FPS 50+) u orales, la administración de antioxidantes (vitaminas C, E, astaxanthinas), uso constante de hidratantes que mantengan una buena barrera cutánea, evitar el uso de cámaras de bronceado.
Los tratamientos médicos, refiere Almeida, van desde el uso de retinoides tópicos u orales (medicamentos que producen mejoras en la arquitectura de las células de la piel), 5FU y el imiquimod tópico. En algunos casos procedimientos médicos que incluyan peeling químico, crioterapia, terapia fotodinámica y láser.
Los cuidados, agrega, se basan en la prevención. Por ello se debe evitar la excesiva exposición a las radiaciones ultravioleta provenientes del sol, especialmente entre las 10:00 y las 15:00. Este buen hábito debe empezar desde la infancia, ya que el efecto del daño solar se observa años más tarde. (S.M.) (I)
Distintos tipos
Según la dermatóloga Bertha Naula, otro tipo de queratosis son las seborreicas, que como su nombre lo indica se ubican en áreas seborreicas y húmedas como cara, pecho, axilas, ingles, pliegue submamario. Son de aspecto papilomatoso y algo brillante.
Hidratación y PROTECTOR
La piel con queratosis actínica debe recibir diariamente una buena hidratación para mejorar la elasticidad y, lo más importante, es la prevención mediante fotoprotección adecuada con protectores solares medicados, según Blanca Almeida.