Sin juanetes

17 de Noviembre de 2013
Sheyla Mosquera

La deformidad en el dedo gordo por el uso de tacones altos provoca dolor. La cirugía es la solución definitiva.

Todas las mujeres que usan zapatos con tacones muy altos en punta o tienen una mala pisada pueden sufrir en el dedo gordo una deformación llamada juanete o Hallux valgus. Es evidente, porque al hueso se le forma una prominencia lateral medial que altera el calzado, el ritmo de la marcha y la forma del pie.

Según el traumatólogo ortopedista Danilo Orellana Fabre, tener juanete puede ser hereditario de madre a hija o de abuela a nieta. No es grave, pero causa molestias estéticas y dolor en los pies, sobre todo en la planta, donde los dedos se unen al resto del pie y se ha formado un callo plantar.

Asimismo, agrega, quien tiene un fondo artrítico o reumático generalmente sufre grandes deformidades del pie y más dolor al caminar que otros pacientes. Por eso, es necesario que el Hallux valgus sea corregido con cirugía, porque causa mucha incapacidad para la marcha, sobre todo, porque la artritis es progresiva y degenerativa.

Plantillas o cirugía

Para el traumatólogo Arturo Maya Montero, las personas que consultan por las deformidades del pie lo hacen porque saben que les está sucediendo algo anormal. “Hay juanetes que duelen y deforman, otros que no producen dolor; y otros, que alteran la marcha y causan dolor”.

Para evitarlo, dice el traumatólogo Ángel Auad Saab, los pacientes deben tomar medidas correctivas a temprana edad cuando hay el antecedente familiar o cuando se puede observar el inicio de la deformidad, por lo que se utilizan plantillas, férulas correctoras, dispositivos para el día o la noche y separadores de dedo.

“Aplicarse geles o cremas no ayuda mucho, salvo que el juanete esté inflamado. Además, hay que descartar algún trastorno clínico como la gota que, por elevación del ácido úrico, genera dolor intenso, cambio de color del dedo y calor en la base del primer dedo. Y si no funcionan los métodos de tratamiento ortopédicos y continúa avanzando la deformidad, es necesaria la intervención quirúrgica”.

Agrega que la cirugía convencional –que en nuestro medio se hace cada vez menos– consiste en hacer una bunectomía, es decir, la extracción del buneón (deformidad del dedo en forma de bola), luego se realiza la liberación del tendón y varias osteotomías (corte del hueso) con la finalidad de alinear y corregir la orientación de los huesos. Después se fijan con placas y tornillos, clavijas y yeso.

“Pero ahora nos inclinamos más por la cirugía miniinvasiva, en la que con mínimos orificios se realiza todo, permitiendo al paciente caminar inmediatamente con su zapato de marcha posoperatorio”.

Esta cirugía, dice Maya, se hace en Ecuador desde el 2005 y ha revolucionado la estética del pie por los excelentes resultados y por la recuperación más rápida. “Con esta se puede corregir no solo el Hallux valgus, con cortes de 2 a 3 mm sin abrir el pie, sino las alteraciones de los otros dedos”.

La intervención, agrega, se la realiza con anestesia local (troncular), es decir, en los nervios del pie para que este se duerma. Se la aplica media hora antes de la cirugía y el efecto puede durar seis horas.

Esta cirugía es ambulatoria, refiere Maya, y se la realiza en un quirófano durante 30 a 45 minutos, dependiendo de las deformidades. “Posteriormente, el paciente se va a la casa caminando con el uso de un vendaje especial para osteotomías o cortes de los huesos. Además, usará un zapatón grueso por tres semanas para que el pie se movilice con flexión y extensión de los dedos. Luego se le colocará un tipo de curitas elásticas especiales para darles movilidad a los dedos y dar paso al uso de zapatos de tenis”.

Cuando se corrigen los juanetes, dice Orellana, generalmente no recidivan, porque es muy difícil que suceda si la corrección se hizo sobre el hueso. Pero si el médico trabajó solamente en partes blandas, tendones y cápsula, estos volverán a presentarse. Incluso, pueden aparecer por causas hereditarias en pacientes portadores de una enfermedad reumática o artritis degenerativa.

Por último, dice Auad, si las personas no tienen recursos económicos para someterse a una cirugía, pueden asistir al hospital Luis Vernaza, donde se les puede ayudar a resolver el problema con valores financiados por autogestión y la exoneración de estos como parte de la ayuda que brinda la Junta de Beneficencia, es decir, a muy bajos precios.

 

Cuidados después de la cirugía

El traumatólogo Arturo Maya da algunas recomendaciones que se deben cumplir después de la cirugía de juanetes:

• No usar el tipo calzado alto y en punta que provocó el juanete. Solo pueden usarlo para eventos especiales y no de manera permanente.

• Después de la sexta semana de la cirugía se puede usar un zapato que tenga hasta cinco centímetros de taco y durante el primer año evitar el uso de sandalias con tira entre el primer y segundo dedo, porque esta los abre y provoca deformidad, por la sobrecarga del pie a causa del peso corporal.

• Acudir a un gimnasio para hacer ejercicios de fortalecimiento en máquina como, por ejemplo, pararse en punta. La movilidad hace que el paciente vuelva a tener un pie funcional y con estética para poder lucir cualquier tipo de calzado, así no se daña nuevamente el pie.

Exámenes necesarios

Una evaluación periódica en el consultorio y un examen de rayos X pueden determinar si la deformidad del juanete está avanzando o disminuyendo la posibilidad de un daño irreversible a la articulación.

 

 

Cirugía de juanetes

Antes de la cirugía se necesita un examen físico completo y si tiene problemas de corazón o de pulmón u otras enfermedades crónicas, una autorización de su médico de familia, según www.drestebancaleta.com.ar.

 

 

Medicinas para el dolor

Según el doctor Ángel Auad, si tiene ácido úrico elevado y juanetes, hay que consultar a un clínico con la finalidad de recibir la medicación que va a disminuir el dolor, pero esta no podrá corregir la deformidad.

 

 

 

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