"Cometimos errores por inmadurez"

Hace un par de años sufrí la gran decepción de formar parte de las mujeres traicionadas por su marido, como las que escriben en El Especialista. En esa época quería morirme, me puse muy deprimida, y de paso me había contagiado de una enfermedad venérea. Mi estado de ánimo estaba por los suelos, porque nunca me imaginé que el hombre que siempre me había dicho que me amaba me había estado mintiendo. Lo consideré un excelente actor y al mismo tiempo lo odié. Lo maldecía a cada rato, y me maldecía a mí misma por haber confiado tanto en él. Mi familia se estaba desmoronando, mis dos hijos (13 y 15 años) se sintieron decepcionados de su padre, quien siempre había sido ejemplar. Hasta que un día llegó la paz y la calma a mi hogar. Alguien tocó mi puerta para darme la palabra de Dios. La escuché y me dejó un libro llamado El secreto de la felicidad familiar. Por medio de este me di cuenta de que no nos preparamos para el matrimonio y reconocí que ambos habíamos cometido errores por inmadurez. Charlamos y lo perdoné porque prometió cambiar, y así lo hizo. Ahora nos respetamos y siempre pensamos qué es lo mejor para los dos.

Jannine,
Guayaquil