‘Perrito es cuidado por toda la familia’
Hace cinco años mi hijo de 11 años me suplicó que le comprara una mascota, un perrito labrador. Lo hice porque me pareció que era buena idea, porque se haría responsable. Al principio le daba de comer, lo bañaba, jugaba y pedía que lo llevara al médico veterinario, pero hace unos meses noté que ya no le importaba tanto cuidarlo.
Me decía que lo hiciera yo o sus hermanos menores. No sabía realmente qué le estaba sucediendo a mi hijo, pensé que era porque ahora es un jovencito que tendría otros intereses. Me preocupé mucho, así que conversé con mi esposo al respecto y quedamos en que le preguntaría cuáles eran sus reales sentimientos hacia la mascota. Cuando charlaron mi hijo definitivamente manifestó que quería mucho a su perro, pero que no tenía tiempo para sacarlo a pasear, ni para bañarlo y que lo hagan otros.
Mi esposo le explicó que cuando se adquiere una mascota hay que aprender a ser responsable, que es un miembro más de la familia. Ante esta explicación mi hijo no cambió de actitud, más bien contestó que efectivamente como un miembro más del hogar todos debían colaborar en vigilarlo y alimentarlo, que él no era el único que debía hacerlo y que ya lo había hecho por años. También nos dijo que había leído una carta en El Especialista, en la que un veterinario decía que toda la familia debía cuidarlo y que por ello ya no lo hacía como antes. Mi hijo nos dio una gran lección.
Así que decidimos compartir la responsabilidad y ahora el perrito sí recibe todas las atenciones como se merece un miembro del hogar.
Estela,
Guayaquil