Brillos de La Mariscal
Este céntrico barrio del Quito tradicional exhibe cultura, antigüedades, gastronomía y diversión.
Los paseos por Quito siempre sorprenden. En mi último recorrido por la capital conocí un lugar increíble por exhibir objetos singulares, como máscaras de madera de Tigua (Cotopaxi), cruces de iglesias, imágenes religiosas, shigras (bolsos tejidos), tapices, cofres de madera…
La tienda La Bodega abrió en 1974 para ofrecer antigüedades, artesanías y objetos del Ecuador profundo. María Valladares, encargada del local, señala que los visitantes extranjeros reconocen al instante el valor de estos objetos por su estilo y la cultura que representan, como raquetas de pelota nacional, campanas de iglesia y ponchos. Junto a La Bodega hay otro local (Ag), de los mismos propietarios, que comercializa las piezas más valiosas, como antigüedades. Una minicámara de espías de la Guerra Fría ($ 85), un tintero con compartimiento para pluma (para que los soldados puedan escribir cartas quizás de la Segunda Guerra Mundial, $ 120) y una brújula pintada a mano ($ 300) son parte de las maravillas exhibidas. Ambos negocios funcionan en Juan León Mera 614 y Carrión.
Ese hallazgo fue parte del recorrido que realicé para conocer los atractivos del tradicional barrio La Mariscal, el cual es mayormente conocido por alojar la vida nocturna que fluye en la Plaza del Quinde (o Plaza Foch). Pero esa zona es mucho más, según nos comentó Alfredo León Banderas, administrador zonal de La Mariscal, porque hace cinco años ese sector fue declarado zona especial turística (solo hay dos zonas en Quito con tal condición. La primera es el Centro Histórico).
León dice que un lugar destacado es la tradicional calle Juan Rodríguez, que congrega confortables hoteles boutique operando en edificios patrimoniales, por lo que lucen repletos de la magia de esta quiteñísima área urbana. Esos centros de hospedaje son parte de los 1.600 negocios turísticos que funcionan en ese barrio capitalino, cuya fama de zona turística se remonta a los años 20 del siglo anterior, debido a su historia y arquitectura.
Aquí más lugares por destacar.
Casa Mariscal. Abierta hace 15 meses, esta tienda de artesanías reúne el trabajo de 140 artesanos de todo el país. “Todos los dueños somos artesanos y estábamos buscando opciones para comercializar nuestro producto directamente, sin intermediarios”, señala Alberto Santos, administrador, quien elabora joyería en plata fina junto con su esposa. Piezas con cristal Swarovski (Austria), tejidos de lana, ropa, trabajos en madera, juguetes artesanales, joyería de diversos tipos y hasta esculturas en cerámica y pinturas sobre lienzo son parte de la oferta. “El propósito de la tienda es que el dinero recolectado por la venta vaya directamente al artesano o artista”. Contacto: Juan León Mera, entre Baquedano y Wilson, (02) 515-3800. Otro lugar similar y muy atractivo es la Galería Latina, ubicada justo al frente de la Casa Mariscal.
Museo Jacinto Jijón y Caamaño. Este centro exhibe los bienes del intelectual quiteño Jacinto Jijón y Caamaño (1890-1950), discípulo del historiador arzobispo Federico González Suárez, y quien se destacó como empresario, político, diplomático, arqueólogo, historiador y coleccionista de arte ecuatoriano. Nos atendió el profesor José María Jaramillo, director del museo, quien mencionó que exponen casi 1.200 bienes artísticos, patrimoniales, culturales y arqueológicos de los 50.000 que posee la institución. “Este personaje fue un notable coleccionista de arte, muy selectivo”, cuyas obras tienen firma de autor. Y las piezas arqueológicas no fueron adquiridas de huaqueros. “Jacinto Jijón y Caamaño tenía un gran interés en conocer qué era la ecuatorianidad”. Y eso precisamente se exhibe en este moderno museo interactivo a través de exposiciones y avances tecnológicos, como videos y campanas de sonido (para escuchar los audios de los videos). Contacto: Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
Patio de Comedias. Este teatro fue inaugurado en 1980 por Raúl Guarderas y tiene como obra cúspide La Marujita se ha muerto de leucemia, del dramaturgo Luis Miguel Campos, que debutó en 1990 y ha sumado más de 1.900 presentaciones. ¡La vimos! El público llenó el centenar de butacas de su sala teatral para aplaudir las ocurrencias de las geniales Marujitas (Elena Torres interpreta a la quiteña Cleta, Juana Guarderas es la cuencana Abrilia y Martha Ormaza es la manabita Encarna). El regionalismo, las apariencias y los chismes frescos aparecen en el diálogo que mantienen estos personajes tan carismáticos. La fórmula de este local es bien recibida por el público, ya que poseen un restaurante que permite disfrutar de una cena antes de la presentación, provocando otra gran experiencia en el tradicional y divertido barrio La Mariscal. Contacto: 18 de Septiembre E4-26 entre 9 de Octubre y av. Amazonas, (02) 256-1902.
Restaurante Hasta la Vuelta, Señor. La leyenda del farrero padre Almeida inspira el nombre de esta naciente cadena de restaurantes que abrió su primer local el 23 de noviembre de 2003 en el c.c. Palacio Arzobispal (Centro Histórico). Patricio Bedoya, copropietario de este negocio familiar, pondera el rápido crecimiento de esta “fonda quiteña” con sabor tradicional. Tanto así que hace ocho años abrieron el segundo local, en La Mariscal, con su oferta de platos típicos (probamos los deliciosos seco de chivo y locro de papas). Algunos tienen nombres como gallo de la catedral (filete de pollo en salsa de champiñones) o el panecillo (carne apanada con puré). “Queremos que el local ayude a la gente a conocer las figuras y emblemas del Quito tradicional”, sobre todo aquel de las épocas colonial y republicana, indica Bedoya, quien es profesional en comunicación y marketing, por lo cual lideró el desarrollo del concepto del restaurante. Contacto: La Niña E6-13 y La Rábida, (02) 290-1214. Otros restaurantes recomendados son Ishpingo (Foch e10-37 y 12 de Octubre, (02) 223-9901) y Lucía Pie House & Grill (Orellana 155 y González Suárez, (02) 250-5768).