La URSS de los años 30
La remodelación de un departamento en Rusia permite recrear la arquitectura y decoración ostentosa de la era estalinista de 1930.
A la mitad de la restauración de un departamento majestuosamente antiguo en un último piso en uno de los vecindarios de moda de esta ciudad, el dueño decidió adoptar un plan totalmente nuevo. Fue más que una modificación en la paleta de colores. “Decidí que quería diseñar el departamento al estilo de un alto burócrata de principios del periodo de Stalin”, dijo el dueño, Sergei Bobovnikov, de 47 años de edad. Y así comenzó una renovación que fue inusual incluso para los estándares rusos.
La elegancia y la ostentación son comunes aquí hoy en día. Una meditación sobre la historia del diseño del país, con su lenguaje izquierdista de elementos decorativos agrícolas y de clase obrera, es menos común, pero no inusitada.
Aun así, el espacio en cuestión difícilmente evocaba el lujo del Politburó cuando Bobovnikov lo compró en el 2002 por el equivalente de unos $ 220.000. Originalmente diseñado como una sola residencia, se había convertido en un decrépito espacio comunal ocupado por ocho familias en una hilera de pequeñas habitaciones a lo largo de un corredor sin luz.
Bobovnikov, que se había divorciado recientemente y necesitaba una nueva casa, pretendía amueblarlo en un estilo moderno y cómodo. Pero la historia del edificio de principios del siglo XX, que había sido hogar de varios funcionarios influyentes de la era estalinista y sirvió como telón de fondo para la Gran Purga de fines de los años 30, parecía demandar algún tipo de comentario, pensó: una declaración más grandiosa y más artística que no intentara ocultar este momento de definición en la historia del país.
La idea de crear un interior de la era estalinista gradualmente tomó forma mientras derribaba las paredes que dividieron al departamento en pequeñas habitaciones oscuras, revelando sus generosas proporciones originales, un elemento característico del art decó ruso de los años 30.
Sin duda, no fue totalmente inesperado. Bobovnikov es un comerciante de antigüedades que se especializa en el arte ideológico de inicios del periodo soviético. “El concepto se estaba formando claramente en mi mente. Tenía muchos artículos que realmente me gustaban, pero no había vendido, y encajaban aquí como un mosaico”, dijo.
Se apresura a aclarar que no es simpatizante de Stalin. “El estalinismo es repulsivo, como el fascismo”, dijo Bobovnikov, quien decidió usar el departamento como un lugar para exhibir su arte y reunirse con clientes, así como un espacio para que algunos invitados pasaran la noche, en vez de residencia primaria. “Pero el diseño fascista italiano, por ejemplo, es muy popular ahora, y entiendo por qué, ya que me gusta. No sabía cuando comencé que el estalinismo sería una tendencia también”.
Resulta que el estilo Imperio Stalin, que incorpora el art decó y las líneas limpias del diseño italiano de la era de Mussolini, está disfrutando de un minirenacimiento en Rusia, dijo Xenia Adjoubei, una conferenciante en historia y teoría arquitectónica en la Escuela Superior de Arte y Diseño británica, que también tiene un despacho de diseño en Moscú.
Estilo e historia
Los interiores de la era estalinista son ahora ampliamente apreciados por su belleza y apariencia minimalista, dijo. Pero recrear uno de esos interiores desde cero, reconoció, podría sonar a alguien como extraño, incluso un poco espeluznante. “Pero solo es inquietante si uno ve a estas personas como queriendo recrear el estilo de vida de un miembro de la NKVD”, dijo Adjoubei, refiriéndose a la policía secreta de los años 30. “Él probablemente solo está apreciando el valor estético”.
El interés de Bobovnikov en el estilo, sin embargo, no fue puramente estético: quería provocar conversaciones sobre este episodio en la historia del país con cualquiera que lo visitara, dijo, destacando el contraste de la exuberancia y optimismo del arte y los accesorios decorativos con “la comprensión de cómo terminó todo para esta gente”. Así que decoró el departamento para que luciera como si perteneciera a un miembro del Soviet, o Concejo municipal, de Leningrado de los años 30, con las chucherías y arte correspondientes.
De hecho, varios funcionarios de la era estalinista llamaron hogar a este edificio, aunque no por mucho tiempo. Uno fue Sergei Kirov, el prominente líder bolchevique cuyo asesinato en 1934 marcó el inicio de la Gran Purga de Stalin, en la cual más de un millón de personas fueron encarceladas o ejecutadas. Muchos otros residentes murieron durante otra ola de arrestos masivos conocida como el Caso de Leningrado de 1949.
Pero incluso en un edificio con esa historia dramática, lograr la apariencia de ese periodo no fue fácil más de medio siglo después. Bobovnikov dedicó cuatro años y el equivalente de unos $ 75.000 a renovar el departamento, sin incluir el costo de las antigüedades y el arte, parte de los cuales ahora están incorporados a la propiedad.
El interior
Crear la atmósfera adecuada, descubrió, se reducía a los detalles. Un armario, por ejemplo, está hecho de paneles de roble con un bajo relieve con tema de tractores que originalmente estuvo en la biblioteca del director de la Fábrica de Tractores Kirov.
Otro ensamble raro y valioso, un juego de silla y escritorio de roble, tiene un tema agrícola del “Pan del Comunismo” tallado por uno de los diseñadores de la insignia de Lenin. Y pinturas realistas socialistas del periodo adornan las paredes, entre ellas una inquietante imagen de un grupo de escolares que admiran una estatua de José Stalin.
Otros detalles del diseño son versiones modernas de temas soviéticos. En la cocina, una nueva estufa italiana está adornada con elementos de diseño del periodo, incluida una hoja de bronce estampada de la cafetería de una empresa eléctrica soviética que muestra una hoz y un martillo atravesados por un rayo; la manija de la puerta del horno es un grifo de samovar”.
El baño está hecho al estilo de una sala de baños en un salón deportivo soviético; las lámparas industriales de un remolcador fueron reutilizadas para iluminar el espejo. El largo vestíbulo del departamento está recubierto de mosaicos al estilo de una institución de la era soviética, en una paleta de color hueso y verde que ya no está disponible; Bobovnikov hizo que se hicieran los azulejos especialmente.
Dijo que recibe varias llamadas a la semana de diseñadores de interiores que preguntan cómo imitar varios aspectos del interior. ¿Y qué hay de sus clientes de antigüedades? La mayoría de ellos son empresarios o empleados gubernamentales de mayor edad, dijo, que crecieron viendo películas soviéticas que mostraban escenarios similares para la élite y los poderosos de una primera generación.
Al ver uno de estos interiores cobrar vida, dijo, se sintieron casi mareados. “A la gente le gusta la atmósfera. No les gustaría vivir aquí, pero les gusta venir de visita”, dijo.