Récords de Dubái

Si desea subir al edificio más alto del mundo, venga a Dubái. También si quiere acariciar con la mirada el anillo de oro más grande u hospedarse en el hotel más lujoso. Porque este emirato árabe solo piensa en grande para ser el "number one".

Rolls Royce negro. Ferrari amarillo. Audi gris. Ferrari rojo. Lamborghini blanco (este último es de la Policía). El paisaje urbano de Dubái no se anda con timidez.

En solo un minuto, esos ultrapelucones vehículos pasaron frente a la puerta principal del hotel Marriott Marquis para recoger o dejar a algún pasajero, quien seguramente era alguno de los millonarios que suelen hospedarse en este centro de alojamiento que, dicho sea de pasadita, es el hotel más alto del mundo, con 335 metros de altura, 72 pisos y 1.608 habitaciones.

Diez viajeros ecuatorianos integramos una delegación nacional (todos relacionados al turismo) que tuvimos el gusto de hospedarnos en este hotel durante un recorrido de cuatro días por esta ciudad que constituye el segundo emirato de mayor importancia de Emiratos Árabes Unidos, cuya capital es la petrolera Abu Dabi, ubicada a solo dos horas de distancia.

Dubái está en el corazón del mundo árabe, y quizás en el ombligo del planeta, ya que su posición geográfica la ubica a distancia equidistante de los países de Europa, África y Asia.

Eso la convierte en un centro mundial de intercambio comercial, característica que genera la mayor cantidad de su riqueza económica, ya que no poseen grandes yacimientos de petróleo.

Su poderío económico ha atraído a migrantes de todo el planeta que hoy componen el 80% de los 2 millones de habitantes que respiran en medio del desierto, por lo que para ellos es común comprar agua a otros territorios, sembrar vegetación en arena tratada con fertilizantes y levantar islas artificiales sobre el golfo Pérsico.

Su mayoría musulmana genera una cultura en la que el viernes es asueto, pero se trabaja el domingo. Además, las leyes amparan el desprecio que el Islam les tiene a las bebidas alcohólicas, por lo que tomarse una cervecita o un whiskacho significa repagarlo debido a los onerosos aranceles.

Y esa misma cultura genera un eterno debate sobre el papel de la mujer en la sociedad árabe, siempre en desventaja frente a los hombres. Aunque tal situación parece estar cambiando debido al ambiente cosmopolita de esta urbe que ostenta varios récords para atrapar la atención de los viajeros como el gran destino del Medio Oriente. Por ejemplo estos:

Burj Khalifa, el edificio más alto. La admiración que genera esta urbe la convirtió en escenario de la película Misión Imposible IV: Protocolo fantasma, por lo que las escenas más acrobáticas de Tom Cruise tuvieron lugar en el edificio más elevado del mundo, el Burj Khalifa, con sus 828 metros desde el pavimento hasta su torre, en donde aloja 163 pisos.

Su nombre inicial era Burj Dubai, pero la crisis financiera del 2008 provocó que necesitaran la ayuda del emir de Abu Dabi (y presidente de los Emiratos), llamado Khalifa, quien acabó de pagar esta impresionante estructura inaugurada el 4 de enero del 2010, después de 5 años y 8 meses de ambiciosa construcción.

El Dubái Mall. El Burj Khalifa aloja en su base al centro comercial más grande del mundo: el Dubái Mall, con 502 mil m² de área comercial y más de 1.200 tiendas. Recorrerlo significa perderse entre marcas como Chanel, Tommy, Donna Karan, Guess, Mango y Óscar de la Renta, o no saber decidirse dónde comer entre su oferta de 160 restaurantes.

Contiene el acuario con el panel acrílico más grande del mundo, el Dubai Aquarium & Underwater Zoo, que tiene 32,88 metros de ancho, 8,3 metros de alto y 750 milímetros de grosor. Ese panel transparente exhibe al público tiburones, manta rayas y peces, entre un total de 33 mil criaturas del mar. También posee un parque de atracciones y una pista de hielo de tamaño olímpico.

El anillo de oro más grande. Cualquier paseo por la ciudad amerita un cruce por el Dubai Creek (río) para llegar a las orillas del llamado zoco, mercado en la parte antigua que luce repleto de callejones con locales comerciales y cafeterías. Allí también está el llamado zoco de oro, o mercado de joyerías, que tiene la reputación de contar con el mayor anillo de oro del mundo, de casi 64 kilos (5,17 de piedras preciosas) y 21 quilates. Tiene nombre propio: Estrella buena y está expuesto en la joyería Kanz. Como esta joya brilla al inicio de la hilera de locales, resulta sorprendente contemplarlo como parte de la puerta de entrada a una serie de vitrinas que exhiben cascadas de collares, pulseras, dijes, anillos y todo aquello que pueda elaborarse con oro. También sorprendente es que no presenta ni un solo guardia, ni un solo vigía, ni un solo tolete, ya que nadie piensa en robar esta reserva millonaria al aire libre.

El hotel más caro. Esta magnífica estructura con forma de velero, levantada sobre una isla artificial, es la imagen más fotografiada de Dubái. El Burj Al Arab es el único hotel con siete estrellas del planeta, categorización insólita, pero no hubo otra manera de definir tanta suntuosidad.

Desde que llegamos nos recibió una flota de vehículos Rolls Royce parqueados para el disfrute de los huéspedes que llegan a pagar unos 3 mil dólares por noche, y por los cuales tienen como hogar habitaciones de dos pisos y apliques de oro de 24 quilates en los muros, superando una inversión de 1,8 toneladas de ese metal precioso en todo el edificio.

Aquí todo lo que brilla es oro, nos decía la guía mientras recorríamos este hotel que presenta una recepción en cada uno de sus pisos para comodidad de sus huéspedes. En uno de sus bares (el Skyview) se sirve el coctel más costoso del mundo: el “27.321”, nombrado así por su precio de 27.321 dírhams (unos 7.400 dólares). Forma parte del menú del bar en el Burj Al Arab.

Buena bebida para celebrar nuestra visita a Dubái, aunque nadie de nosotros estuvo tan loco como para pedirla.

Tours: Un paseo de 7 días a Dubái puede costar $ 4 mil, con pasaje aéreo desde Guayaquil, hotel y comidas. Por mil dólares más pueden agregarse 7 días en Turquía. Fuente: Mayorista Viaje Hoy, la cual comercializa los programa en las agencias de viajes del país.