Síndrome en aumento
Visión borrosa, fatiga ocular, ojo seco e irritado, visión doble, dolores de cabeza y de cuello, y cansancio son los síntomas más inmediatos del Síndrome Visual Informático (SVI), una dolencia que hace referencia a todas las molestias oculares que se producen por la visualización habitual de cualquier pantalla que se use: computadora, tablet, teléfono inteligente o libro electrónico.
Es una afección temporal de los ojos provocada por enfocarlos en una pantalla durante un periodo prolongado. Datos del Instituto Nacional de Salud y Seguridad Laboral en Estados Unidos advierten que cerca del 90% de las personas que usan computadoras durante tres o más horas pueden desarrollar este síndrome.
Y en España, una encuesta realizada por el Colegio Oficial de Ópticos Optometristas de Cataluña indicó que siete de cada diez españoles sufre del SIV. Además, las condiciones ambientales también influyen: iluminación intensa o brillante, deslumbramientos, corrientes de aire provocadas, por ejemplo, por rejillas de ventilación, ambientes cerrados, suelos con alfombras. ¿Qué hacer para evitarlo?
Regla 20-20-20 Es un juego de palabras para recordar que cada 20 minutos hay que apartar la mirada de la pantalla durante 20 segundos y enfocar la vista a una distancia de 6 metros. Se sabe que cuando se está concentrado trabajando se nos olvida apartar la mirada de la pantalla, pero puede poner un aviso en el teléfono o en el propio ordenador que le recuerde que tiene que hacer un descanso visual
Atención a la iluminación Revise los focos de luz que tiene alrededor de su escritorio. Hay que evitar las luces que produzcan reflejos en la pantalla, especialmente las superiores o de ventanas. Si no puede cambiar la orientación de su mesa, existe la posibilidad de emplear un filtro antirreflector en la pantalla y poner persianas o cortinas en las ventanas
Ergonomía Una postura adecuada también ayuda a evitar el SVI y sobre todo no olvide que el monitor debe estar por debajo de la altura de los ojos.
Parpadear conscientemente Es una acción que se hace de forma automática que sirve para lubricar los ojos y eliminar sustancias que pueden acumularse en ellos. Sin embargo, cuando se está frente a una pantalla no siempre se lo hace con la frecuencia necesaria. Por eso es necesario hacerlo conscientemente, aproveche el descanso del primer consejo para parpadear. También puede mejorar utilizando lágrimas artificiales (colirios) y humidificadores que ayuden a mejorar la humedad de sus ojos. Si persisten los problemas, lo mejor es acudir al oftalmólogo para que haga una revisión en profundidad. (I)