Poeta detectivesco

En la película El cuervo, el actor estadounidense da vida al escritor Edgar Allan Poe, quien ayudará a descubrir a un asesino que está matando según la trama de sus cuentos.

John Cusack interpreta en la cinta al célebre autor estadounidense Edgar Allan Poe, considerado el maestro de lo macabro y el inventor del género detectivesco, dos vertientes incluidas en The Raven (El cuervo), el filme dirigido por James McTeigue (V for Vendetta) acerca de una ola de asesinatos en el Baltimore del siglo XIX que recrean relatos escabrosos del escritor.

Con una larga carrera y una enorme variedad de roles, John Cusack está volviendo a los primeros planos con una serie de películas en las que interpreta a personajes más oscuros que lo habitual. El protagonista de ¿Quieres ser John Malkovich?, quien ha participado en más de 60 filmes en treinta años de carrera, ha pasado de hacer cintas comerciales como Con Air a trabajar con autores como Woody Allen, Clint Eastwood, Terrence Malick y John Sayles, entre otros.

“Tuve suerte porque acepté algo que me gustó inmediatamente. Es uno de esos papeles que la gente intenta y lucha por conseguir. Hubiese sido una batalla, pero tuve la suerte de que me lo ofrecieran”.

Realidad y ficción se entremezclan en una película que toma su título de uno de los poemas más conocidos de Poe, reconocido como el padrino de los góticos. “Poe ha ejercido una gran influencia en multitud de escritores, casi que se ha convertido en una marca en sí mismo. Más que un ícono, es un personaje arquetípico en la conciencia colectiva”, dijo.

Todos tienen un lado oscuro y Edgar Allan Poe representa esa parte. No es la primera vez que Cusack se adentra en el misterio y el terror. Ya lo hizo en Identity (2003) o 1408 (2007), y ahora vuelve a abrazar su particular sombra mientras su personaje ayuda a la policía a dar caza al asesino. “Carl Jung dijo que todos tenemos una sombra. Y Poe representa esa parte de nosotros que no queremos que vean los demás. La misma de donde proceden nuestra creatividad, misticismo y sexualidad. Es lo que da fuerza y autenticidad a este personaje”, indicó Cusack.

El actor no tiene inconveniente en admitir que Poe es el mejor papel que ha recibido en muchos años. “Otros actores con más tirón comercial lo hubieran deseado, así que he tenido suerte. Era como una estrella del rock, porque su poema El cuervo alcanzó una enorme fama y se publicó en todo el mundo y como no había derechos de autor, no ganó dinero alguno. Vivía en un cuchitril, fue pobre durante toda su vida, pero era famoso. Llegó a ser invitado de la Casa Blanca y por una invitación asistió a esta, pero llegó borracho; era como un Baudelaire. Era uno de esos seres que pueden habitar el mejor loft (departamento lujoso), en cuanto a su poesía, y vivir en el arroyo junto con drogadictos. Vivía en dos mundos. Interpretar a alguien así es fantástico”, destacó el actor, quien aseguró que personajes como él le devolvían su amor por el cine.

Fue tanta la pasión que sintió por Allan Poe que tuvo que rechazar otros papeles. “Lo que me interesa es hacer buenas películas”, dijo a The Guardian. “Antes, tal vez, pensaba más en hacer una cinta grande y después una más pequeña y cool. Funcioné así durante años. Ahora lo único que te piden es que te pongas los zapatos para hacer alguna película de superhéroes. Y no me los voy a poner...”.

Consciente de lo que tenía entre manos, el actor trabajó con los guionistas para asegurarse de que el personaje tenía la textura y el lenguaje adecuados, y descubrió nuevas facetas en la escritura de Poe que había pasado por alto cuando leyó sus obras por primera vez hace años. “Un ícono así se vuelve bidimensional con el tiempo. Releerlo me descubrió su vena satírica, su humor absurdo y esotérico con el que jugaba con el lector. Es divertido y absorbente”, manifestó Cusack, un actor que a pesar de su gran carrera ha permanecido alejado de los focos de la prensa rosa.

“Mis personajes casi siempre saben que hacen algo mal, pero lo hacen igual. A los 30 años o a los 40, las crisis existenciales siempre están. Y esos roles me sientan bien. Es como hacer una obra de Beckett: estar sentado sobre una piedra, esperando, dando vueltas”, comentó.

Hablando de su elección de roles en los últimos años –que incluye un paso por Argentina, donde filmó la independiente Dictablanda, dirigida por Alejandro Agresti–, Cusack dijo a The Guardian: “El tema es que Hollywood no existe más. Es solo un montón de bancos. El cine es algo extraño: dinero que va y viene, gente que viaja en aviones privados reuniéndose con gente que le pide plata. No sé, calculo que dinero tendrían si no se lo hubieran gastado en comprarse esos aviones”.

Los problemas financieros fueron una constante en la vida del escritor, quien ha pasado al recuerdo como uno de los pioneros en intentar sobrevivir exclusivamente de las regalías de sus letras, por ello también se lo evoca como una persona oscura. El casarse con su prima Virginia Clemm, de 13 años, cuando él tenía 26, fue uno de los pocos episodios en los que Poe se dejó ver estable e incluso feliz. Estudiar tales etapas y hacerlas suyas para representarlas bien fueron el reto para Cusack, quien expuso haberse sentido envuelto en esa intensidad oscura de Poe y no quererse despojar del sentimiento.

“El cuervo es el puente entre la vida y la muerte, entre la luz y la oscuridad. Poe capturó como nadie el subconsciente y los espacios que hay entre ambos mundos”, dijo.

Respecto de que la película funciona como terror gótico con ciertos referentes literarios, y si esto cumplió sus propias expectativas, Cusack respondió: “Sí, totalmente. Es muy fiel a la fuente. Poe escribió específicamente Saturday Afternoons, situaciones tensas que hacían el deleite de las audiencias masivas; quiso estremecer, tentar, excitar y espantar al máximo a sus lectores. Y en otro nivel se dedicó a escribir prosa completamente multiesotérica, llena de imágenes y simbolismos de la más alta calidad, tratando de mezclar las dos, oscilando una y otra vez al manipular todo eso. Fue realmente una fuerza para ser tomada en cuenta. Es así que la gente puede ir a ver la película por el placer de ir solamente, pero si quiere más y queremos mirar más profundamente este asunto, esta cinta es un paquete que está repleto de todas esas otras cosas”, afirmó John Cusack. (A.C.J.)

Fuentes: The Guardian y agencias