Cita artística en el Palacio de Cristal

La segunda edición del Funkafest refuerza la combinación de la música, el teatro y las artes plásticas de la mano de asesores locales y extranjeros.

¿Está listo para poner su mente en ‘modo festival’? Porque esa es la predicción que lanza Ana Marta de Pizarro, invitada desde el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, sobre lo que ocurrirá en la cabeza de los guayaquileños cuando arranque la segunda edición del Funkafest, el viernes 22 de septiembre.

La extraordinaria experiencia de Ana Marta junto al tercer festival de teatro más importante del mundo la convirtió en la delegada para seleccionar las obras que se presentarán durante el Funkafest. “Creo que los festivales son muy importantes porque promueven la creación artística de un tipo que se distancia del teatro comercial. Además, sirven de plataforma para muchos artistas que, de otra forma, no tendrían la posibilidad de presentarse”, comenta por vía telefónica desde Bogotá. “Y con respecto al público, estoy convencida de que un evento de este tipo crea una dinámica que hace que la gente se acostumbre y vaya teniendo la necesidad de consumir cultura”.

Para este año, la temática del festival se ha definido como #PuntosDeConvergencia y en su sitio web (www.funkafest.com) se pueden visualizar la diversidad y las múltiples expresiones que se fusionarán hasta la noche del sábado 23 de septiembre.

La música está liderada por Crystal Castles, Aterciopelados, Illya Kuryaki and The Valderramas y Carla Morrison. Además de otros artistas locales, seleccionados de entre todos los aplicantes por el mexicano Alejandro Rosso, de Plastilina Mosh. “Habrá un poco de pop garaje, rockabilly punk, electro tribal con algo de rap y simplemente, indie, entre otros”, detalla Alejandro, quien destaca que su curaduría musical estuvo guiada por la naturaleza del festival y por lo que a él mismo le gustaría ver en el escenario; así como dar oportunidad a grupos no necesariamente tan populares o producidos.

“Fue bien difícil, como alinear la selección de fútbol de Brasil, porque no te preguntas a quién metes a jugar, sino a qué estrellas sacas”, dice. “Me di cuenta de que hay mucho talento en Ecuador, hay gente haciendo cosas muy interesantes, en muchos géneros”, comenta Alejandro desde México.

El tercer pilar de este encuentro, además de los invitados gastronómicos, son las artes plásticas, bajo la supervisión del crítico guayaquileño Rodolfo Kronfle. “Vivimos un momento en que las instituciones de arte de Guayaquil han descuidado la atención al arte contemporáneo, y por ello una alternativa como la que propone el Funkafest es más que bienvenida”, afirma Rodolfo. “Aparte es una oportunidad increíble para que miles de personas, la mayoría de las cuales no son públicos habituales de las galerías, entren en contacto con producciones de altísimo nivel de artistas locales y extranjeros”.

Alístese, entonces, para disfutar del arte que se ve, que se escucha y que “funca”.

Más: Las entradas para los dos días del festival pueden comprarse en TicketShow a $ 35 y el valor por un día es de $ 25.

Ana Marta de Pizarro
Teatro que se toma la ciudad

“La gente se inscribía, llenaba la convocatoria y debía mandar un video de toda la obra. Así que eso significa que vi más de 200 videos. ¡Fue trabajo! Pero a medida que el festival se va consolidando, esa será la respuesta de los jóvenes”.

“Yo sabía quién era Itzel (Cuevas). Me gustó mucho su trabajo (La ilustre desconocida), es una muy buena actriz. Este es un monólogo en el que ella hace varios personajes, y ella sola es capaz de llenar todo el escenario. Eso sucede porque, además, tiene un magnífico trabajo corporal”.

“También los invitados de Reino Unido son maravillosos (Himali Sing Soin). Son dos personas que se encuentran en una universidad en Gran Bretaña. Y de allí en adelante, mantienen una correspondencia como los jóvenes de hoy”. También estará sobre el escenario la compañía Antrópolis de Ecuador, con Fragilidad.

Alejandro Rosso
Sonido sobre popularidad

“El año pasado me invitaron a participar al cierre del festival, en el after party. Y Allí, digamos, nos conocimos. Este año me confiaron la selección de las bandas locales que podrían participar y que las escogiera de entre los postulantes. Creo que la naturaleza del festival ofrece esa oportunidad de no manejarse por lo que es lo popular, sino para también dictar una corriente artística y expresión. Creo que el festival se comprueba como un foro donde la gente puede expresar cosas que a lo mejor en otros festivales sería más difícil que las pudieran considerar”.

“Esta ha sido mi visión al curarlo en 2017, probablemente el próximo año, si invitan a alguien diferente, el festival tendrá otras cosas en consideración y podrá variar mucho, lo cual me parece excelente. Es divertido que este año sea así. Esto lo vuelve impredecible”.

Rodolfo Kronfle
Arte fuera de los museos

“Exponer el trabajo de los artistas fuera de espacios convencionales es un acierto porque el ambiente de recepción que tendrá el público permitirá un diálogo bastante amigable con la obra, desprovisto de un entorno comercial o del acartonamiento propio de los museos. A su vez el mismo Mercado Sur, su relación histórica y actual con la ciudad, y sus características como espacio público, permiten ser explorados como fuentes de sentidos que se activan en los trabajos. Muchas de las propuestas se benefician de esta relación con el sitio o la arquitectura del lugar”. “Las propuestas fueron casi 200, pero trabajamos con un límite de 15 pensando en las relaciones potenciales entre las propuestas y en la variedad de medios que emplean. En general, a pesar de la variedad, todos los trabajos me permitieron tejer una red de conexiones que me es bastante atractiva”.