Claudia González: La empresaria del laboratorio del amor

Química Perfecta es un servicio personalizado de búsqueda de la pareja ideal, que termina en una cita e incluso lo conduce hacia el altar.

Las solteras y solteros del Ecuador tienen una cupido desde hace dos años y su laboratorio se llama Química Perfecta, con un manejo personalizado de la actriz, comunicadora y psicóloga Claudia González, quien puso a prueba sus habilidades para unir parejas.

Su tarea de juntar corazones ha dado buenos resultados a tal punto que hace un mes fue testigo del primer matrimonio que se concreta a través de este novedoso servicio dedicado a encontrar pareja de manera personalizada, confidencial y sin exponerse a riesgos.

Que hace distinto a Química Perfecta de los servicios que se ofrecen en internet. Primero, es el único servicio de búsqueda de pareja en Ecuador, personalizado y el perfil de la persona interesada en buscar su media naranja no está expuesto como si fuera una vitrina.

El cliente se acerca a Química Perfecta, allí Claudia lo recibe y lo entrevista. Luego de un análisis psicológico de su perfil, por el cual se puede evaluar a la persona que en realidad busca pareja y tiene buenas intenciones, empieza la búsqueda de un match compatible de forma personalizada y va enviando las opciones exclusivamente a su cliente.

En internet, la persona que busca pareja corre peligros, dice Claudia, porque pueden subir fotos que no son suyas, alterar su identidad, y la gente se expone, porque puede haber hombres casados o “locos” que quieren aprovecharse de la situación.

La idea de crear el servicio de Química Perfecta es porque Claudia cree en el amor, es una eterna romántica, cree en la pareja y en que puede colaborar para que dos personas se encuentren, y eso le resulta gratificante.

Ese don de ser cupido lo trae consigo desde la adolescencia, cuando miraba quién puede empatar con quién. A los 14 años de edad fue la que presentó a su mamá a su segundo esposo y recuerda que fue en una piscina de un club, pero nunca pensó que su afán de adolescencia de hacer de cupido iba a terminar envolviéndola y constituirse en una empresaria del amor.

Desde hace dos años, cuando formó su empresa Química Perfecta, Claudia dejó su carrera de actriz y comunicadora; estudió Psicología y luego hizo una maestría como psicoterapeuta; ahora se dedica a tiempo completo a cumplir su rol de cupido.

Los que buscan Química Perfecta

Los clientes que recurren a este servicio personalizado para buscar pareja tienen un rango de edad entre los 25 y los 65 años de edad, hombres y mujeres.

Tras dos años de servicio, Claudia asegura que hay más solteros en el Ecuador de los que nos imaginamos de todas las edades. Si bien cada caso es distinto, hay algunos factores que predominan como los problemas de comunicación y timidez.

Hay muchos casos de mujeres y hombres que se han dedicado a su profesión, han invertido su tiempo en viajar, en formarse y tener una independencia económica, y cuando se dan cuenta tienen 35 años de edad y la pregunta que se hacen es, ¿y ahora cómo hago pareja?, y es ahí donde entra a operar Química Perfecta.

Para encontrar pareja es necesario que la persona se ubique en su realidad, pues hay casos de hombres mayores poco agraciados que buscan unas bellezas, y nadie les va a aceptar y por eso siguen solos; es decir, primero hay que poner los pies sobre la tierra y estar conscientes de que tenemos limitaciones y fortalezas, pero dentro de esa realidad y la etapa de vida, tenemos que estar conscientes a qué podemos acceder y ese es el punto de partida de Claudia que se complementa con el análisis psicológico del perfil del cliente.

Perfiles y costos

Los que acuden a este servicio son personas comunes y corrientes: hombres y mujeres solteros, viudos o divorciados, y la mayoría de sus clientes, en el 85%, quiere ir al altar o tener una relación de pareja seria y formar una familia.

Claudia dirige Química Perfecta como un laboratorio del amor, porque hasta allí llegan personas que le confían su vida privada y ella lo maneja con toda confidencialidad, y en su laboratorio comienza a estudiar las compatibilidades entre las personas que buscan su servicio. La dificultad que se presenta siempre es que muchos no aceptan el prospecto que ella les recomienda, pese a ser compatibles, ya que algunos se enfrascan en la apariencia física, pues en el momento de buscar pareja cuenta mucho el ‘flechazo’.

Claudia pone énfasis al decir que en la relación de pareja y en el amor no se puede garantizar nada, es decir, no se puede hablar de tiempos en que se puede encontrar pareja, pues hay casos en los que una cita se logra a los quince días; otros, en meses; pero también hay casos de gente que ha pasado un año y no hay cita, porque son perfiles difíciles o exigentes.

Química Perfecta constituye una especie de filtro, las personas se ahorran tiempo en encontrar su media naranja, pues ese trabajo de cupido lo hace Claudia tanto en Quito como en Guayaquil, donde tiene sus oficinas.

Para contactar este servicio, puede ingresar a la web www.quimicaperfecta.com. Por la entrevista se cobran $ 150 y cuando se realiza la primera cita tiene un costo de $ 200. Concretar la cita es casi la cúspide de este servicio, pues mientras no haya el primer encuentro, que se realiza en lugares públicos como restaurantes o cafeterías, no existe paga por el servicio y Claudia debe seguir buscando la pareja ideal para sus clientes.

Claudia no se hace problemas si se trata de buscar pareja del mismo sexo. En los dos años solo se ha presentado el caso de un caballero que buscaba su pareja gay, pero el mundo de este tipo de comunidad es muy cerrado, pese a los intentos, no pudo ayudarlo.

Actualmente, Claudia tiene un novio y está, dice, absolutamente enamorada y feliz. “Yo soy parte del laboratorio del amor, porque también estoy construyendo actualmente una relación y haciendo mi mejor esfuerzo”.