Patrimonios renovados
Reutilizar y reciclar tiene un nuevo significado para los hoteles. Las cadenas hoteleras se han fascinado con viejos edificios por su riqueza arquitectónica e histórica.
Conforme la industria hotelera se sacude las consecuencias de la recesión y se construyen nuevos hoteles, el hotel de cadena tiene un nuevo hermano: los hoteles que remodelan edificios existentes como oficinas u hospitales.
Detrás de la tendencia está el gusto cambiante de los viajeros más jóvenes que acuden en tropel a las ciudades y llevan una sensibilidad urbana a sus alojamientos. El hotel de uso flexible es una presencia en las ciudades más pequeñas como Amarillo (Texas) y Pittsburgh, así como en ciudades grandes como Nueva York y Washington.
“Las marcas se han dado cuenta de que la estandarización no significa tanto para los huéspedes como en el pasado”, dice Bjorn Hanson, decano divisional del Centro Prestos Robert Tisch para Gestión Hotelera, Turística y Deportiva en la Universidad de Nueva York.
Ejecutivos de Marriott estiman que entre el 10% y 20% de sus hoteles Courtyard que abrieron este año habrán tenido otros usos. La cadena Kimpton cree que al menos una docena de sus 60 propiedades son edificios a los que se dio nuevo uso. Y, en Europa, el InterContinental Hotel Group convirtió 82 de 187 inmuebles del 2010 al 2013.
Para los huéspedes, renunciar al patrón del hotel estándar significa admirar características arquitectónicamente intrigantes, como vestíbulos de forma extraña; una historia interesante; así como diferentes comodidades como un restaurante que atraiga a comensales del barrio circundante. Pero para los acostumbrados a las cadenas tradicionales, la experiencia puede tener varios matices.
El hotel del parque en samborondón
Ecuador no escapa de esta tendencia internacional. Este tipo de hospedajes se han desarrollado como hoteles boutique, mayormente ubicados en las principales ciudades del país, como Guayaquil y Quito.
Una nueva alternativa se agrega a esta lista, que surgió tras la restauración del histórico edificio del Hospicio Corazón de Jesús, ubicado en la zona urbana del Parque Histórico Guayaquil, en Samborondón.
Luego de una convocatoria de la Empresa Pública de Parques Urbanos y Espacios Públicos, administradora del PHG, se escogió a la cadena hotelera Oro Verde para ejecutar las operaciones de un hotel en el inmueble patrimonial, el cual se denominó el Hotel del Parque.
Según Vasco Baselli, gerente general de Oro Verde, la morada tendrá 42 habitaciones, 2 suites familiares, un lobby, sala de lectura con bar, un gimnasio con cuarto de masaje y las áreas de servicio. Las estancias contarían con un mínimo de 40 metros cuadrados, con baño, tumbados de 3,80 metros de altura e iluminación de última generación.
La construcción iniciará el segundo semestre de este año y se espera que culmine en abril del 2015. (G.Q.B.).
Bajo costo
Expertos dicen que a menudo puede ser más rápido y menos costoso dar otro propósito a un edificio existente que construir uno nuevo. Aun si el costo es más alto, “la ventaja fiscal compensa eso”, dice Janis Milham, vicepresidenta para esenciales modernos y estadías extendidas en Marriott International.
Algunas cadenas de Estados Unidos recurren al Programa Federal de Incentivos Fiscales para la Preservación Histórica, administrado con el Servicio de Recaudación Tributaria (IRS). La entidad concede créditos fiscales de hasta 20% que pueden usarse para financiar la rehabilitación de inmuebles históricos y conservar su carácter.
La cantidad en dólares gastada en las conversiones, incluidos hoteles, se elevó a $ 6.700 millones en el 2013 respecto de $ 5.300 millones en el 2012, según estadísticas del Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos.
En Europa, el InterContinental Hotel Group ha adoptado edificios remodelados por razones económicas. “Los bancos se sienten mucho más cómodos ofreciendo financiamiento para edificios que ya existen”, sostiene Miguel Ruano, vicepresidente de Diseño e Ingeniería en Europe-IHG.
Los especialistas también afirman que las características y detalles arquitectónicos pueden transmitir más una sensación de hogar e individualidad. “Al decir a un taxista ‘por favor, lléveme a un hotel específico’, el huésped está diciendo al conductor algo sobre él mismo”, concluye Henry Harteveld, analista de viajes de la firma de investigación Hudson Crossing.
Estilos que sobreviven
El Chatwal Hotel, que funciona donde antes era el teatro Lamb’s en Nueva York, fue diseñado por Stanford White. Tiene un aspecto Art Deco Empire de los años 30, que fue modernizado por Thierry Despont en tonos azafrán, sepia y rubí.
Inspiración original
La arquitectura del Marseille-Hotel Dieu (Francia) fue confiada a Jean-Philippe Nuel, un referente mundial en el diseño de hoteles de lujo. Se inspiró en unos planos del siglo XVIII de Mansart, arquitecto francés en el antiguo régimen.
aires del viejo oeste
El ambiente del diseño del Courtyard Marriot Amarillo es una fusión del alojamiento del viejo Oeste con la modernidad del siglo XXI. Detrás de la restauración estuvo Mehul Patel, director ejecutivo de NewcrestImage, un desarrollador en Irving, Texas.
ECLÉCTICO
El hotel Mónaco (Filadelfia) se encuentra en el emblemático edificio Lafayette, hito arquitectónico construido en 1907 en homenaje al héroe de guerra, el general marqués de Lafayette. Su diseño interior contiene una mezcla de colores y texturas.
Todo vale
La bóveda-almacén de algodón en el edificio Cotton Exchange sirve como oficina en el hotel del mismo nombre en Nueva Orleans. El inmueble consta desde 1977 en el registro nacional de lugares históricos.
Diseños de hace un siglo
La idea es que el mobiliario y la decoración por colocarse en el Hotel del Parque, en el Parque Histórico Guayaquil, sean compatibles con la época de funcionamiento del asilo Corazón de Jesús, construido en 1889.