Junio, lleno de arte

La danza y la expresión corporal llenarán diversos escenarios de Guayaquil durante el mes de junio.

Danza
Fragmentos de Junio

En su undécima edición, el Festival Fragmentos de Junio se ha enfocado en la coreografía contemporánea experimental. Basados en este concepto, explica Jorge Parra, director de Zona Escena, se ha seleccionado e invitado a las compañías de danza que ofrecerán sus espectáculos. Asimismo, se ha dado cabida a escenarios alternativos para la realización del festival. “Queremos que la idea de que la ciudad sea una zona de danza se fortalezca y por eso se deben conquistar nuevos lugares que puedan dar al público la posibilidad de acceder a los diversos lenguajes de la danza”, comenta Parra.

Fragmentos de Junio se inaugurará el jueves 20 de junio en la sala principal del Teatro Sánchez Aguilar. Esa noche, la compañía suiza Linga presentará Falling Grace (vea más detalles del evento en Piqueo Semanal).

Parra explica que al traer un espectáculo de esta magnitud, se quiere demostrar que la danza experimental no siempre tiene que limitarse a trabajo de formato pequeño o en escenarios alternativos. “Ellos se valen de objetos que el bailarín inserta en su cuerpo para llegar a propuestas creativas, basadas en estos recursos. Trabajan con recursos visuales que no se generan desde el video, sino desde el mismo escenario y también se destaca su depurado trabajo técnico corporal”, explica.

Luego de su inauguración, Fragmentos visitará otros escenarios como la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, el Teatro José Martínez Queirolo de la Casa de la Cultura del Guayas, la Plaza de Artes y Oficios y el Instituto Tecnológico de Artes del Ecuador (ITAE). El festival contará con invitados internacionales como la española Paloma Fantova con su pieza Estado puro, un espectáculo que mostrará la esencia del flamenco. También estará sobre el escenario Abdoul Aziz Derme, quien trae desde África su obra Woongo (La llegada). BBoy Ticko Breaking Brasil ofrecerá una performance de hip hop, mientras que la chilena Constanza Cordovez presentará De vida o muerte. “Ella trae una propuesta alejada de todos los esquemas para abordar un trabajo coreográfico e incluso sobre la manera de abordar el espacio”, explica Parra.

Se destaca también Lo propio y lo ajeno, de la compañía Rosaval Gaspar Projects. Esta pieza se hizo acreedora al Premio Iberescena 2013. Es un espectáculo que combina el video y la danza para reflexionar sobre las imágenes y lugares de Latinoamérica.

La danza del Nois y Aquelarre de una noche son las piezas que presentará la mexicana Abigail Hernández. El primer espectáculo está inspirado en el poema de Charles Baudelaire La serpiente que danza.

Ecuador tendrá su espacio dentro del festival gracias a la presencia de Omar Aguirre León con su espectáculo Nada que ver. También, desde Cuenca, llegará Danza Proceso con su Danza en la calle # 20. Esta pieza, que se presentará en la Plaza de Artes y Oficios, tiene como objetivo sacar la danza de las salas de ensayo y acercarla al público transeúnte.

Los ojos sobre Manabí será el espectáculo que presentará Ceibadanza, bajo la dirección del estadounidense Alvin Mayes.

La coreografía y movimientos de esta pieza se inspiran en la música del compositor John Adams para generar conexiones con el ambiente urbano.

Zona Escena presentará De vuelta, un espectáculo a cargo de Mario Suárez Cabrera y Punto Cero. En este último trabajo participarán los bailarines Vanessa Guamán, Maribel Domínguez, Abel Rodríguez y Mario Suárez.

La Corporación El Cuarto Piso presentará también un trabajo que desarrolla el tema que le da su título: Vacío.

La entrada a todas las funciones del festival será gratuita, a excepción de la apertura.

Queremos que la idea de que la ciudad sea una zona de danza se fortalezca y por eso se deben conquistar nuevos escenarios que puedan dar al público la posibilidad de acceder a los diversos lenguajes de la danza”, Jorge Parra

Danza
‘Pura’ en La Fábrica

Todo empezó con una foto y una noticia en el periódico. “En Francia, los doctores advertían a las mujeres que se habían sometido a una cirugía plástica y que habían utilizado siliconas PIP que se las retiraran porque eran cancerígenas”, recuerda Nathalie Elghoul, directora de La Fábrica, cuerpo y espacio. Ese fue el punto de partida para Pura o perversión de la pureza, la nueva producción que se estrenará el próximo viernes 21 de junio, dirigida por Elghoul y con dramaturgia de Aníbal Páez.

“Al ver esa foto pensé en la analogía de la nueva forma de lapidación occidental de las mujeres”, dice. “Se las lapida con las diferentes maneras de obligarlas a tener una imagen perfecta, como una cirugía estética o el bótox, que emergen como las nuevas píldoras de la felicidad en una sociedad que induce a alcanzar la belleza”.

La pieza comenzó a desarrollarse en septiembre del 2012 y en enero de este año se completó el elenco de bailarines. Sofía Carló, Zully Guamán, Estefanía Solórzano y Aníbal Páez la pondrán en escena.

“Hemos llamado a la obra Pura o la perversidad de la pureza porque creemos que esta búsqueda hacia la represión y hacia la perfección estética es lo que está causando la ruptura de la inocencia”, comenta Nathalie.

Así, esta pieza abordará diferentes situaciones relacionadas con el rol de la mujer en una sociedad que le impone ritos que empañan su individualidad. “Lo que queremos contar es cómo la mujer se ha convertido en una especie de ‘Barbie’, en un ser desprovisto de impulsos propios y que está obligada a comportarse de cierta manera, y cómo su pureza está totalmente expuesta”, comenta.

La pieza se pondrá en escena todos los viernes, sábados y domingos, hasta el 14 de julio, en La Fábrica (vea detalles del evento en Piqueo Semanal).

El escenario se ha adecuado con la colaboración de otras instituciones culturales y tendrá una capacidad para 110 personas. “Todo esto ha sido posible gracias al Centro Ecuatoriano Alemán, que nos prestó la tarima; el Teatro Sánchez Aguilar, el piso; y el teatro Arawa, que nos facilitó las luces”, detalla Nathalie.

Ella comenta que el objetivo es convertir este espacio en una plataforma experimental de danza contemporánea en Guayaquil, en la que los artistas puedan presentar sus trabajos y el público pueda tener un mayor acceso.