Zarzuela en Guayaquil
El barberillo de Lavapiés se estrena en el Teatro Centro de Arte con la participación de destacados cantantes líricos y la dirección de la soprano Beatriz Parra.
La zarzuela es un género musical escénico, nacido en España, que alterna secciones instrumentales con partes habladas. Se presume que su nombre procede del Palacio de la Zarzuela, llamado de esta manera debido a las abundantes zarzas que crecían en el lugar.
Bajo este género, el dramaturgo español Luis Mariano de Larra compuso la obra El barberillo de Lavapiés. Con música del compositor Francisco Asenjo Barbieri, la pieza se estrenó en el Teatro de la Zarzuela en 1874.
Bajo la dirección de la soprano Beatriz Parra, y con el apoyo de Corporación El Rosado, la obra se estrenará en el Teatro Centro de Arte de Guayaquil el miércoles 31 de julio a las 20:00 (vea más información en Piqueo Semanal).
El barberillo de Lavapiés relata, en tres actos, dos historias de amor, una de miembros de la nobleza: Marquesita (seguidora política de Floridablanca) y don Luis (partidario y sobrino de Grimaldi, rival político de Floridablanca); y otra de la plebe: Paloma, una costurera, y Lamparilla, un popular barbero. Ambas historias se entrelazarán en medio de intrigas políticas y conflictos sociales.
El elenco está conformado por las sopranos Johanna Mosquera, en el papel de Paloma, y Viviana Rodríguez como Marquesita. Además, los tenores José Luis Pombo y Ovidio Parra tendrán los roles de Lamparilla y don Luis, respectivamente. Por último, los barítonos Pablo Villarreal y Samael Mera e Israel Lalama encarnarán a don Pedro de Monforte y don Luis de Peralta.
Junto a ellos estarán el coro lírico del Conservatorio María Callas, solistas invitados y solistas del estudio de ópera, acompañados en vivo por la Orquesta Filarmónica Juvenil de Guayaquil.
La selección del elenco se realizó, explica Parra, considerando que el cantante tenga la tipología vocal correspondiente a cada personaje. “Por ejemplo, el rol de Lamparilla está escrito para un tenor cómico, un verdadero cantante-actor con gran soltura, seguridad y gran personalidad escénica; mientras que el de don Luis de Haro, enormemente clásico y elegante, es para un tenor lírico de voz amplia y bello timbre”, detalla. De acuerdo con su directora, el autor enfatiza también durante la trama la diferencia de las clases sociales valiéndose de la música. “Los personajes nobles tienen música italianizante, cercana a la ópera, mientras que para los personajes populares se introduce el elemento nacionalista español, con danzas folclóricas como zapateados, jotas, tiranas y caleseras”, explica.
Destaca, además, el trabajo escenográfico y de vestuario para esta obra. “Es una producción que requiere tres escenografías completas para cada acto y utilizaremos la trampa de escena, un recurso con el que cuenta el Centro de Arte y que no se ha utilizado por dos décadas”.
La obra está ambientada en Madrid en la década de 1770, un periodo caracterizado por su ornamentación y elegancia. “El vestuario es de época, elaborado y lujoso para los personajes nobles, y colorido y lleno de vida para los personajes populares y el coro”, detalla.