Esas ganas de robar
¿Por qué algunas personas que sí tienen posibilidades económicas roban cosas aunque no tengan mucho valor en dinero?
Un célebre chef británico, Antony Worrall Thompson, fue amonestado por la policía por intentar salir de un supermercado sin pagar por unos cuantos artículos de poco valor que había comprado. Después dijo que había llevado a cabo este tipo de hurtos en cinco ocasiones anteriores.
Worrall Thompson no es el único personaje famoso –y rico– a quien se descubre intentando robar en una tienda. Están los casos de Winona Ryder, Lyndsay Lohan, Megan Fox, entre otros.
Es claro que todos estos individuos tenían suficiente dinero para pagar sus hurtos y no se trataba de una necesidad urgente y genuina. ¿Por qué entonces la gente se siente impulsada a robar en las tiendas cuando puede pagar? Algunos estudios sobre tendencias comerciales recientes sugieren que en esta época de crisis económica global ha surgido un nuevo tipo de “ladrón de clase media”.
Es alguien que va a las tiendas a hurtar exquisiteces costosas para mantener un estilo de vida que ya no puede pagar. Pero estos son la minoría. Worrall Thompson salió del supermercado intentando robar cebollas, un sándwich, queso y vino.
Los expertos están de acuerdo en que este y muchos otros casos similares revelan la necesidad que tiene un individuo de ejercitar momentáneamente un control donde se siente o se percibe como impotentes.
Los psicólogos los describen como “ladrones no profesionales”, los que no roban para revender un artículo y obtener una ganancia, o para satisfacer una adicción. Es un trastorno más complicado de lo que se cree. “He pensado una y otra vez qué me llevó a hacerlo y qué pasaba por mi mente en esos momentos”, dijo Worral.
Esta, dicen los expertos, es la típica respuesta de un “ladrón no profesional”. Bárbara Staib, de la Asociación Nacional para la Prevención del Hurto en Tiendas en EE.UU., explica que por lo general se trata de una reacción a una pérdida o la necesidad de llenar un vacío. “Los ladrones de tiendas son generalmente gente honesta”, dice Staib.
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