Marcelo y Carlos Víctor Morales
Aparte del fútbol, ¿conoce usted de otro deporte que se juegue únicamente con los pies?
Otro deporte no conozco, pero hay muchos ‘pateadores’ de bolsillos y de economías; y si son ajenas, mejor.
Hablar de fútbol es como hablar de sexo, porque en ambos casos todos pensamos que lo hacemos muy bien.
Hablar de fútbol es un placer.
Vivimos en un país donde creemos saberlo todo. Con la lengua hacemos maravillas, pero a la hora de pisar el área chica se nos pierde el arco y a veces no atinamos a la libido del golazo.
Asuma el rol de agorero y pronostique quién será el campeón de fútbol del 2012 y si Ecuador clasificará al Mundial Brasil 2014.
Los peores ya se fueron y hay un nuevo aire que hará de Barcelona un gran campeón. ¿Brasil 2014? ¡Auxilio, Guga Ayala! Esta pregunta sí que está jodida.
Su tocayo Carlos Vera ha pasado por todos los canales de televisión y usted, cual saltimbanqui, ha brincado de radio en radio en Guayaquil. ¿A qué se debe tanta acrobacia?
Los buenos somos requeridos para jugar en los mejores equipos. Además, pagan bien y usted sabe que somos de la tierra donde “por la plata baila el mono”. Confieso que yo juego en el Morales Sporting Club. Esa es mi única camiseta.
El fútbol entusiasma a las multitudes, pero crea indómitas barras. ¿Cómo acabar con estas fieras?
Encerrándolas en jaulas seguras y por largo tiempo. Nada de domesticarlas, pues no creo en los domadores de la justicia. Ellos son parte del circo.
Si la teoría de la evolución de las especies dice que vamos mejorando con cada nueva generación, ¿por qué el papelón de Ecuador en Londres 2012?
Los deportistas hacen lo que pueden y se esfuerzan por evolucionar. Los dirigentes hacen lo que quieren y se esfuerzan por involucionar. Ecuador tiene su propia Olimpiada: la de la viveza y el oportunismo.
Para la felicidad de todos, “habría que crear un deporte en el que nadie ganara ni perdiera”, como sugirió el genial Jorge Luis Borges.
El deporte implica competir y ganar. El triunfo hace feliz. La derrota obliga a cambiar. El empate repetido representa mediocridad. Por favor, deje que Borges descanse en paz.
Sáqueme de una curiosidad: ¿por qué la palabra ‘abreviatura’ es tan larga?
Ja, ja, ja. Es como la palabra ‘despilfarrar’. Tiene cuatro sílabas pero significa más de una docena de sistemáticos levantes de millones de dólares con la venia de un dios monosílabo y en minúsculas.
¿Recomendaría usted al equipo más goleado del campeonato que recurra a un portero eléctrico?
Con las elevadas planillas de luz que pagamos, ni loco recomendaría eso. Terminaría de hundir en la oscuridad a ese pobre equipo.
¿Qué quisiera que escriban en su epitafio?
Aquí yace el Chino Morales, un guayaco bacán de ayer, hoy y siempre.
¿Cuál será su alegato en el Día del Juicio Final?
Si tengo algo que pagar para entrar al Cielo, permítame hacer un convenio como se hace con la Empresa Eléctrica.
¿Qué piensa hacer después de muerto?
Vivir en el Cielo, ver el fútbol desde arriba y mandar mensajes celestiales.
Hágase una pregunta y contéstela.
¿Si volvieras a nacer, qué profesión te gustaría ejercer de grande?... Comentarista deportivo inclinado a esa pasión llamada fútbol, viviendo, envejeciendo y muriendo en el Guayaquil de mis amores.