Entre libros y café
Luego de la muerte de su marido e hija en un accidente un año atrás, Diane no ha salido de casa durante ese tiempo. Ha sido incapaz de recuperarse de semejante pérdida. Un agobio y tristeza enorme la tienen atada a la soledad de su casa vacía. El único puente con la realidad es su amistad con Félix. Con él son socios de un café literario donde antes de la tragedia Diane pasaba mucho de su tiempo. Leyendo y tomando café, parecía una receta mágica. Pero desde el accidente Diane ya no ha regresado allá.
Un buen día ella resuelve dar un giro a su pesadumbre. Decide probar suerte instalándose en un pequeño pueblo pesquero de Irlanda. Los pobladores de Mulranny viven muy alegremente. Un contraste muy marcado con el peso que lleva a cuesta Diane. Probablemente la única excepción a esa actitud de alegría que exhiben los habitantes de este pueblo la constituye el vecino de ella, Edward. Un individuo sumamente antipático y hasta medio huraño.
El encuentro de estos dos personajes consume buena parte de la novela de la francesa Agnés-Martin Lugand, La gente feliz lee y toma café (traducida al español por Alfaguara, 2014). El libro se ha transformado de la noche a la mañana en un fenómeno literario tanto en Francia como fuera de ella. La autora es una psicóloga clínica dedicada a problemas de infancia. Luego de recibir varias negativas de editoriales francesas, Lugand resolvió colgar su novela en la red a través de Amazon, y solicitar apenas 8 euros (casi once dólares) por la bajada.
Luego de pedir a parientes y amigos que la lean para conocer sus reacciones, las visitas a la edición comenzaron a crecer rápidamente. Hasta que llegó a un arreglo comercial. “No me esperaba el día en que puse mi libro en Amazon que se generase esta bola de nieve, me pellizco aún todas las mañanas para asegurarme de que es a mí a quien le está pasando todo esto”, dice. Paradójicamente en estos días ha surgido un conflicto entre Amazon, las editoriales francesas y el gobierno.
Es una novela muy romántica, con personajes principales y secundarios bien balanceados. El título es sin duda muy atrayente. El encuentro y relación entre Diane y Edward es muy sentimental. Probablemente el único, pero es que de alguna manera la trama de la novela no tiene sorpresas. Hay una sensación a un punto de la lectura en que uno ya adivina el final. Pero aun así vale la pena la lectura. Hay una edición electrónica que puede comprarse y bajarse por internet.
