Los tormentos de Bernie Gunther
Corre marzo de 1943. Ha pasado un mes desde que Hitler ha sido derrotado en Stalingrado. A pesar de que el líder nazi insiste a los cuatro vientos en que Alemania está ganando la guerra, los integrantes del mando militar que están estacionados en el campo de batalla tienen una idea más cabal de lo que realmente está sucediendo. Un sudor frío corre por sus espaldas, mientras sienten que la moral da señales de leves pero peligrosas fisuras.
Pero ciertos rumores comienzan a llegar a Berlín que podrían abrir una oportunidad para revertir esa atmósfera de pesimismo. El Ejército Rojo al parecer habría cometido una masacre horrenda en contra de autoridades polacas en las cercanías de Smolensk. Se habla de torturas, ejecuciones y fosas comunes. Si se logra verificar estos rumores, la sofisticada maquinaria de propaganda fascista podría utilizar estos crímenes en su beneficio. Ayudaría a desprestigiar a Moscú frente a sus aliados occidentales, pondría más presión a sus propias tropas e induciría al pueblo alemán a cerrar filas para evitar que los devore los “monstruos comunistas”.
La misión de obtener las pruebas de las supuestas atrocidades no era una tarea para amateurs. Deben recogerse evidencias forenses, interrogarse a testigos, proteger huellas, y más. Berlín decide encargársela a Bernie Gunther, el protagonista de la última novela de Philip Kerr (1956), Un hombre sin aliento (RBA Libros, Barcelona, 2013).
Lo interesante del libro es el conflicto interno que vive Gunther. Ha terminado por detestar a sus superiores, pero su instinto de supervivencia lo obliga a ocultarlo. Mientras, su animadversión hacia los soviéticos no es menos fuerte. Y encima los aliados han comenzado a bombardear su pueblo natal.
Para complicar las cosas, en Smolensk resulta que ronda un criminal que se ha empeñado en silenciar a todo el que pretenda decir lo que sucedió con los oficiales polacos. Y en Berlín comienza a tomar cuerpo el plan de asesinar a Hitler.
Si bien Gunther tiene una misión profesional que cumplir, él no puede sustraerse al torbellino de estas fuerzas encontradas que parecen acosarlo. Salta a la vista la ironía de empeñarse en la investigación científica de un crimen, cuando la SS cometía atrocidades.
Bernie Gunther es un personaje que aparece en otras novelas de Kerr. El autor nació en Edimburgo, donde estudió derecho. Viajó a Berlín para enfocarse en filosofía jurídica, y es allí donde desarrolló un gran interés en la publicidad y en la Alemania del siglo XX.