Consumidos por un fuego: el sexo
El escritor norteamericano James Ellroy dijo que “vivimos consumidos por un fuego, y eso es el sexo”, aunque a menudo se le llame “amor”.
Ellroy participó en la octava edición del festival literario de Bilbao, que estuvo dedicada a la literatura y el erotismo, donde reconoció que este “quizás está un poco en el centro” de su obra y es el “principal motor” de sus novelas, junto con la historia.
En cambio, negó que sus libros “sean obras de arqueología o de sociología”, ni siquiera sobre la ciudad de Los Ángeles donde vive y sitúa sus obras, ya que “están totalmente en mi imaginación”.
El autor de L.A. Confidencial y La dalia negra opinó que el erotismo es la “sagrada raíz” que mueve a hombres y mujeres.
El escritor ha reiterado que todas sus obras se ambientan en las décadas que van desde 1940 a 1972 porque eso permite “ignorar una cultura” actual que no le “gusta” e insistió en que no tiene ni ordenador ni teléfono móvil. “Voy a tiendas, al banco, estoy con los amigos, tengo un coche, una casa, sé que es abril y que estoy en Bilbao..., pero me meto a escribir y es 1941”, explicó.
Su desapego incluye también a la propia literatura: “En general, no leo mucho”, admitió el autor, que en ocasiones anteriores ya había confesado no haber leído nunca a clásicos como Balzac o Tolstoi.
En cambio, ha destacado a su “amigo” Thomas Mallon, autor de la novela Watergate y que sacará un libro sobre la presidencia de Ronald Reagan, como el “mejor novelista histórico vivo”.
Ellroy ha defendido el uso que hace en sus libros de expresiones vulgares y de jerga. “Es verdad, me gustan la aliteración, la invectiva racista, adoro el yiddish, el lenguaje de los raperos, son cosas muy divertidas. Si no se puede vulgarizar la literatura no puede prevalecer”, manifestó. (I)