El alma rusa y la obra de sor Juana
La poesía de Marina Tsvietáieva, traducida al español por la mexicana Selma Ancira, enlaza el alma rusa con la americana, representada por la obra de sor Juana Inés de la Cruz, afirmó el poeta, escritor y diplomático mexicano Hugo Gutiérrez Vega. “Aquí el alma rusa se une de alguna manera al alma americana, porque el mejor poeta del barroco americano es sin duda sor Juana”, afirmó recientemente el también exembajador de México en Grecia durante la presentación de la obra Las Flagelantes, de Tsvietáieva.
Gutiérrez Vega explicó que, pese a que ambas poetas son de diferentes épocas y con distintas visiones del mundo –Tsvietáieva rusa (1892-1941) y sor Juana novohispana (1651-1695), “se pueden comparar en tres cosas”.
“En primer lugar está la búsqueda de la belleza formal, que en las dos es una intención espiritual más que una preocupación retórica. En segundo, está la defensa de la libertad y, sobre todo, en el sentido de la dignidad de la mujer”, señaló.
Y el tercer punto “y no menos importante es su fuerza lírica, una fuerza expresiva de una poesía religiosa, no mística, pero sí religiosa en el sentido de religar (volver a unir) a las personas, a los pueblos”.
Juana de Asbaje y Ramírez de Santillana, nombre no religioso de sor Juana, aprendió a leer a los 3 años y desde entonces despertó en ella una pasión por el conocimiento y las letras que la llevó a poseer de manera autodidacta una erudición enciclopédica que abarcaba todas las disciplinas conocidas en su siglo. Efe