La mentalidad de Trotsky
La infancia y la juventud de Leon Trotsky son abordadas por el escritor argentino Marcos Aguinis en su nueva novela, El joven Liova, donde profundiza en la mentalidad del revolucionario y muestra las etapas de su biografía “más desconocidas”.
“La mayoría de biógrafos e historiadores se han centrado casi únicamente en los últimos años de Trotsky y en ese desenlace de tragedia griega”, señaló Aguinis, quien quería reflejar otras facetas del dirigente soviético.
“Su muerte fue conmovedora”, explicó el escritor, quien reconoce que fue precisamente el asesinato de Trotsky a manos del español Ramón Mercader lo que le llevó a pensar “qué ocurrió antes y por qué fue tan demonizado por la izquierda”.
A partir de ahí, comenzó un proceso de documentación. Encontró “un cofre lleno de joyas, cosas tremendas y muy apetecibles para un escritor”. Así, El joven Liova, narra los primeros pasos del revolucionario, con su nacimiento en Ucrania, sus primeras actividades conspirativas, su confinamiento en Siberia, su exilio en Londres y la preparación y éxito de la revolución rusa junto a Lenin, Gorki o Rosa de Luxemburgo.
Aguinis destacó las posibilidades que ofrece un formato como la novela para “penetrar en la forma de ser de un personaje”, algo que, según el autor, “no se puede conseguir en una biografía o en un ensayo, que son géneros más distantes”.
En este sentido, Aguinis resaltó episodios concretos de la vida del que fuera dirigente soviético, como “la primera vez que vio cómo los seres humanos se destruían entre sí, tras observar las palizas que los campesinos ucranianos propinaban a los ciegos”, un hecho que, según el escritor, marcó a Trotsky “profundamente”.
Experiencias como esa fueron, según Aguinis, las que definieron ese “carácter obstinado y casi suicida de Trotsky, gracias al cual jamás se rendía”.
El joven Liova, que hace referencia al sobrenombre con el que su familia llamaba a Trotsky, se divide en dos partes claramente diferenciadas, gracias a dos estilos de narración. En la primera de ellas, se entrelazan testimonios de las personas que rodearon al dirigente soviético en su juventud, en un “temerario estilo de narración”, ha reconocido Aguinis, que ha querido “poner en evidencia las múltiples facetas del protagonista”.
Aguinis decidió terminar la novela en el momento en que triunfa la revolución al considerar el autor que “hasta ese instante, Trotsky representa al idealista puro, que no había asesinado a nadie para llegar hasta allí”. Efe