Misterio del erotismo
El escritor peruano Mario Vargas Llosa defiende el misterio del erotismo frente a la exposición a la que se le somete con la “supuesta liberación del sexo”, un tema que desarrolla en su ensayo La civilización del espectáculo, que se publicará en el 2012.
“Hacer el amor en nuestros días, en el mundo occidental, está más cerca de la pornografía que del erotismo y paradójicamente ello ha resultado como una deriva degradada y perversa de la libertad”, señaló Vargas Llosa al leer el capítulo La desaparición del erotismo.
El Nobel de Literatura del 2010 ofreció un adelanto de su nueva obra tras recibir el doctorado honoris causa de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. En el capítulo, que confesó es el más corto de su ensayo, Vargas Llosa remarca que la divulgación de los misterios del erotismo significa un “retroceso” que puede degradar el sexo a “lo puramente instintivo y animal”.
“Si queremos que el amor físico contribuya a enriquecer la vida de las gentes, liberémoslo de los prejuicios, pero no de las formas ni de los ritos que lo embellecen y civilizan”, dijo.
El escritor puso de ejemplo de lo público que se está volviendo la sexualidad a la campaña dirigida a los jóvenes españoles, denominada El placer está en tus manos, que promueve talleres de masturbación.
Para el escritor, el objetivo de esa campaña es válido si logra combatir prejuicios, pero no si empobrece el acto sexual y lo vuelve un ejercicio puramente físico, “desprovisto de sensibilidad y emoción. Con sexo público, sano y normal la vida se volvería más aburrida, mediocre y violenta de lo que es”, manifiesta.
El autor de La guerra del fin del mundo también estima que las futuras generaciones pueden desilusionarse del sexo al banalizarlo y llegar a perder su misterio, pasión, fantasía y creatividad. “No es abusivo decir que el erotismo representa un momento elevado de la civilización y que es uno de sus componentes determinantes”, enfatiza.
Vargas Llosa también revisa en su próximo ensayo la forma en que la cultura ha ido “afectando, impregnando y modelando determinadas actividades como el quehacer artístico, literario, la vida política y también la vida erótica”. Efe