Mujeres en uniforme
Tereska Torrs fue una de las primeras mujeres en las Fuerzas Francesas Libres del general De Gaulle. Sus vivencias en un Londres bombardeado por los nazis quedaron noveladas en Mujeres de uniforme y se publican en español 60 años después de ver la luz en Estados Unidos, donde fueron tildadas de pornográficas.
Hoy, a sus 91 años, Tereska Torrs se ríe de aquellas acusaciones de principios de la década de los cincuenta del House Select Committee on Current Pornographic Materials contra Womens Barracks, al que se ponía como ejemplo de libro que fomenta la “degeneración moral”.
Y más “ridículo” aún considera el ser considerada en algunos círculos como “la reina de la literatura erótico lésbica”.
“¡Pero si en mi libro solo hay dos personajes que tienen relaciones de naturaleza lésbica!”, exclama esta autora de más de catorce obras, a menudo traducidas al inglés por su segundo marido, el escritor y periodista estadounidense Meyer Levin.
Womens Barracks, novela pionera en abordar temas como las mujeres soldado en el ejército y las relaciones lésbicas, fue un best seller: vendió cuatro millones de ejemplares en EE.UU. y se tradujo entonces a trece lenguas.
Cuando se reeditó en el 2003 en Estados Unidos se presentó como uno de los libros que inspiró un nuevo género de literatura lésbica y feminista, aunque ella insiste en que se trata de “una novela documento sobre una época, durante la Segunda Guerra Mundial, que describe la vida de las mujeres soldado, su valentía y su libertad”.
La versión que edita ahora en español Demipage es la revisión que la propia autora hizo a sus 89 años de Womens Barracks, con el fin de que su obra más famosa no pasara a la historia como un clásico erótico. Jeunes femmes en uniforme apareció en febrero pasado en Francia y Torrs la considera “más seria y completa”.
Cansada de que muchos crean que se oculta tras el personaje de Úrsula, la jovencita que se enamora de la libertina Bela, subraya: “¡En absoluto!”.
Y explica que ese personaje está inspirado en Pierra Kropotkine, la nieta de un líder anarquista ruso que se enroló en las Fuerzas Francesas Libres (FFL) ya casi al final de la guerra y que se suicidó al morir en el frente su gran amor y padre del hijo que esperaba. Aunque ella, puntualiza, “no era lesbiana”. Quienes sí que eran reales eran Bela y Josette.
En lo que a Tereska Torrs respecta su vida también tuvo su dosis de tragedia. Su primer marido, George Torrs, falleció nueve meses después de su boda. Ella estaba embarazada de cinco meses de su hija, Dominique, hoy periodista en la televisión pública France2. Luego nacerían Mikel (fotógrafo) y Gabriel (poeta) de su matrimonio con Meyer Levin. De aquellos años en Londres (1941-45) guarda muy buenos recuerdos y la nostalgia del “patriotismo”, un valor que le “preocupa” y “entristece” que ya “no está de moda” entre las nuevas generaciones.
Y de su vida en el cuartel rememora con cariño aquella sensación “de libertad total”. Está convencida de que de no haber sido por la guerra, todas aquellas pioneras en el ejército “habríamos tenido una juventud burguesa”, asegura. EFE