El Paraíso de Jorge Isaacs

05 de Mayo de 2013
  • Hermosas plantaciones de rosas adornan el jardín delantero de esta hacienda comprada en 1828 por el padre de Jorge Isaacs.
  • Sala. Aquí se encuentran objetos que tenían que ser entregados a María como parte de su herencia. El reloj marca la hora de su deceso.
  • Cuarto de Efraín. De todos los artículos que se observan, un florero sobresale; pues ahí reposaban las rosas que recogía María cada mañana para su amado.
  • María (cuadro der.), prima de Efraín, había llegado a su casa pequeña. Su madre murió de epilepsia, enfermedad que heredó.
  • La hacienda cuenta con una bella vista a la planicie verde, a las plantaciones de caña de azúcar y a los grandes samanes del Valle del Cauca. ¡Todo un paraíso!
  • Oratorio La familia era muy creyente. Tenían un lugar para recibir misa que compartían con sus esclavos. Aquí hay pinturas de San José, María y San Antonio.
  • Cocina. Este espacio y sus alrededores estaban rodeados por paisajes llenos de verdor y por canales de agua que impedían el paso de animales. Se exponen utensilios de la época como ollas de barro.
  • Piedra del amor. Cuentan que fue testigo del sentimiento de Efraín y María. Queda ubicada en la parte delantera de la hacienda, y los visitantes se suben a ella (solos o acompañados) para pedir deseos relacionados con el corazón.

A una hora de Cali se encuentra ubicada Hacienda El Paraíso, escenario de la novela María, de Jorge Isaacs.

“Mi corazón palpitaba aceleradamente como si presintiese que pronto iba a reclinarse sobre él la cabeza de María; y mis oídos ansiaban recoger en el viento una voz perdida de ella. Fijos estaban mis ojos sobre las colinas iluminadas al pie de la sierra distante, donde blanqueaba la casa de mis padres”. (María, capítulo LX, Jorge Isaacs).

Recorrer Hacienda El Paraíso (Valle del Cauca, Colombia) es adentrarse en un lugar encantador. Es rodearse de una colorida naturaleza que cobija el recuerdo de una historia de amor con un final frustrado, pero no olvidado.

Estaba mudo ante tanta belleza. (…) Así el cielo, los horizontes,las pampas y las cumbres del Cauca hacen enmudecer a quien los contempla. (…) Antes de ponerse el Sol yo había visto blanquear sobre la falda de la montaña la casa de mis padres”, Efraín.

Este pequeño edén fue el escenario de María, novela romántica del escritor y poeta colombiano Jorge Isaacs (1837- 1895) y, además, el sitio donde vivió.

La novela, llevada al teatro, cine y televisión, cuenta la historia de Efraín, quien se va estudiar desde muy joven a Bogotá. Después de varios años, regresa a su hogar y encuentra a su prima María convertida en una hermosa mujer. Desde ese momento estos dos jóvenes avivan ese amor profesado desde siempre.

No obstante, este es interrumpido porque María es víctima de ataques de epilepsia. Y porque el padre de Efraín decide enviarlo a Europa a terminar sus estudios de medicina, lo que hace que estos enamorados se separen con fervientes promesas.

Un buen tiempo se comunican a través de cartas, hasta que Efraín recibe la fatídica noticia de que María ha empeorado, por lo que emprende su regreso, pero llega tarde… Ella ha muerto.

Su hermana Emma le entrega las confidencias y trenzas que su gran amor le había dejado antes de morir. “María es una novela autobiográfica donde Jorge Isaacs es el protagonista. María está enterrada en el cementerio de Santa Elena (corregimiento) a 17 kilómetros de la hacienda”, cuenta Carlos Garzón, coordinador de este «paraíso» que el año pasado recibió la visita de aproximadamente 75.000 personas.

En 1959 esta casa fue declarada Monumento Nacional y actualmente es manejada por el Inciva (Instituto para la Investigación y la Preservación del Patrimonio Cultural y Natural del Valle del Cauca).

Conozca en estas imágenes algunos ambientes donde se desarrolló esta historia de amor de antaño, en que la mayoría de ocasiones solo bastaba mirarse para crear todo un universo de sentimientos.

 

MARÍA DE JORGE ISAACS

María (1867) fue la única novela escrita por Jorge Isaacs, novelista y escritor colombiano del género romántico. Es considerada una de las obras más destacadas de la literatura hispanoamericana del siglo XIX y se la tradujo a más de 30 idiomas.

Consta de sesenta y cinco capítulos, presididos de una dedicatoria que finaliza de la siguiente manera: “(...) ¡si suspendéis la lectura para llorar, ese llanto me probará que la (misión) he cumplido fielmente!”.

 

 

 

 

 

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