¿Recuerda a estos guayacos?
Desde la Pancha Loca hasta Kalimán. Este libro recoge a 45 populares habitantes de la urbe.
El periodista y escritor Germán Arteta Vargas, considerado todo un rescatista de la memoria de la ciudad en sus columnas de Diario EL UNIVERSO, tiene el poder de revivir una legión de recuerdos colectivos en su nuevo libro, a través de personajes que ya no nos acompañan en vida y otros que, como leyendas caminantes, siguen dando buena batalla en la colorida rutina que respira en las calles de Guayaquil.
El libro Personajes populares de Guayaquil recoge breves reseñas de individuos que la mayoría de los guayacos reconoceremos fácilmente, aunque algunos de ellos nunca hayan aparecido en la televisión ni en los periódicos, pero por sus excéntricas figuras o acciones han llamado la atención de los transeúntes en diversos sectores de la urbe.
“Hay muchos que han rebasado el límite de la cordura, por ello la gente los consideró loquitos, pero hay otros personajes serios de la política y de la cultura local, como León Febres-Cordero, Guido Garay, Julio Jaramillo, Carlos Armando Romero Rodas y Jaime Roldós Aguilera”, comenta el autor.
Algunas de las notas recopiladas en este texto nacieron en la columna Guayaquil nostálgico, aunque la idea del libro se concretó hace dos años cuando Arteta presentó ¡Qué chévere!, publicación que abarca los juegos tradicionales de la niñez porteña.
“Alguien me dijo que no nos olvidáramos de los personajes de Guayaquil. Allí le pusimos más empeño en recopilar estos nombres y escribir las historias de manera sucinta para que con una lectura rápida los guayaquileños podamos recordarlos”, indica el escritor de este texto de 108 páginas.
La mayoría de las notas vienen acompañadas por caricaturas elaboradas por el talentoso artista José Peñaherrera Bermeo (Andrés), quien se inspiró en sus propios recuerdos y en las indicaciones brindadas por Arteta.
Con tal apoyo gráfico, este volumen podrá iluminar la memoria de los lectores con las referencias de personajes como Héctor, el intérprete cieguito, quien aún canta en los buses, y Kalimán, ese curioso predicador que vestido de blanco aún suele verse por los alrededores de la ciudadela Ferroviaria. “Muchos sacerdotes u oradores envidiarían su facilidad de palabra”, dice el periodista, quien entre los ya fallecidos destaca al Matemático, quien con hojas de árboles escribía fórmulas en el piso, y María Sin Tripas. “La gente solía llamar a las chicas flacas así, sin siquiera saber que sí existió una mujer que tenía ese apodo”.
Otra dama muy recordada será Clarita, la cantante, quien solía brindar shows callejeros con pasillos, boleros y valses en el Parque Centenario y otros sectores céntricos. “Para darle realismo a su actuación usaba un micrófono desenchufado, y como cualquier locutor radial daba la hora (...)”, comenta Arteta en su libro.
Los recuerdos también nos llevarán al Vigilante, quien con poca cordura dirigía el tránsito en las calles 9 de Octubre y Lizardo García (cerca del Tenis Club) y la Pancha Loca, cuya gran figura vestida con harapos recorría el Mercado Sur. “Los padres solían decirles a los niños malcriados que si no se comportaban se los llevaría la Pancha Loca”, recuerda Arteta, quien se aproximó a los personajes más antiguos a través de su padre y tíos, “quienes eran bomberos y que a menudo se reunían para conversar estas historias, mientras yo los escuchaba cuando era un niño pequeño”.
Ahora, estas páginas permitirán que todos sigamos gozando con este feliz encuentro con la memoria de seres que se ganaron el cariño histórico de la ciudad.
El libro fue impreso por la Alcaldía de Guayaquil, en donde se lo expende.
El propósito del libro es que los habitantes de Guayaquil recuerden a estos queridos personajes. Es un tributo a su memoria y a otros que aún nos acompañan”, Germán Arteta Vargas
Contacto del autor: 098-416-8301.