Ojo con lo que come: Usted decide...

Por Epicuro
11 de Marzo de 2018

“Vivamos la vida como nuestros abuelos comiendo lo que buenamente nos apetece. Si nos dejamos llevar por las estadísticas, tendremos que hacernos ermitaños, anacoretas...”.

Recuerdo mi infancia, la comida casera, los productos frescos comprados en la tienda del barrio donde se encontraba de todo. En Francia, el primer supermarché con parking de verdad, nació el 15 de octubre de 1958 en la región parisina. Siendo niño iba cada día a buscar la leche recién ordeñada en una finca cercana, se la hervía para poder conservarla, no teníamos aún refrigeradora, tampoco televisor. El pueblito donde nací y viví hasta los 15 años tenía boutiques de toda clase, carnicería, charcutería, mercado en la plaza central cada jueves donde estaban los campesinos, productores, ofreciendo el fruto de sus tierras.

Los invito a consultar Google, donde casi todo parece ser dañino. La investigación corroboró que existían menos casos de cáncer entre vegetarianos, pero el epidemiólogo Tim Key, después de realizar una encuesta entre más de cincuenta mil personas, reveló que los vegetarianos mostraban más casos de cáncer colorrectal.

Empecemos con el inocente pollo. Se detectaron en su carne sustancias que se administran frecuentemente durante su crecimiento. Dichas sustancias permiten un rápido engorde, dan a la carne un aspecto de frescura y calidad, llaman la atención del consumidor, mas los contaminantes invisibles llevan nombres como aldrin, clorano, dioxina, toxadeno, entre tantos. Algo parecido ocurre con la carne vacuna, la de cordero, de cerdo.

Si eliminamos de nuestra dieta toda carne llena de nuestra dieta, ¡adiós parrilladas, embutidos, divino prosciutto, mortadela, morcilla, sabrosos chorizos! En la lista de los cancerígenos se encuentran la leche, el pescado, los mariscos (por la contaminación del mar, de los ríos), los huevos (por los alimentos balanceados), el azúcar blanco, la cerveza, el café, toda la pastelería. Recuerden que todo aditivo, colorante, es cancerígeno. Nada de grasas (adiós papitas crocantes, mayonesa, perros calientes, fritada), nada de enlatados.

No busquemos consuelo en la calle, donde toda comida es reservorio de bacterias, evitemos el tabaco. El alcohol, según las estadísticas, produce unas quince mil muertes al año en España.

Para rematar el panorama: 271 muestras de tejidos obtenidos de pacientes con cáncer de garganta, laringe, faringe revelaron en el 72% de los pacientes la presencia del VPH (virus del papiloma humano), lo que llanamente indica que el sexo oral produce cáncer.

Nos quedan por añadir la contaminación ambiental, los vapores de gasolina, el escape de los automóviles, lo que sataniza los placeres íntimos del amor o del paseo callejero. Ni hablar de una rica exposición al sol en la temporada de playa. Hay países donde ya recomiendan a la población no salir sin protector solar y gafas ahumadas.

¿Qué es lo que debemos comer? Cada día nos recomiendan una legumbre, una fruta en particular, carne y embutidos de soya. La guanábana está de moda, también el brócoli, la col, el ajo, el limón, el aceite de oliva, verduras, yogur sin aditivos ni colorantes, cereales integrales, pan negro, sábila.

Aun si ustedes siguen al pie de la letra estos consejos dietéticos, deben considerar que conflictos emocionales, problemas personales, falta de empleo, lucha por el sustento diario están también al origen de varios tipos de cáncer. En Europa se desató una verdadera fiebre por todo lo que es biológico, alimentos orgánicos.

Moraleja: vivamos la vida como nuestros abuelos comiendo lo que buenamente nos apetece. Si nos dejamos llevar por las estadísticas, tendremos que hacernos ermitaños, anacoretas, haciendo voto de castidad y abstinencia.

Por lo pronto no me entusiasma un embutido de soya, tampoco el amor puritano de la época victoriana. Después de leerme elijan reír o llorar según su antojo. Los invito a una rica chugchucara, un sándwich de chancho, una guatita, un encebollado, cebiches de toda clase, una cangrejada, un caldo de bolas, una parihuela, un mote pillo, un viche de camarones, una langosta a la termidor, un moro de lentejas con carne asada, una lengua de res en salsa de champiñones, un prosciutto, una paella.

Última noticia para rematar: los fitoestrógenos de soya son potentes agentes antitiroideos que causan hipotiroidismo y podrían causar cáncer de tiroides. En los bebés, consumir leche de soya se ha relacionado con la enfermedad tiroidea autoinmune. Después de cuidarnos tanto en lo que entra por nuestra boca, peor puede ser lo que sale de ella. (O)

epicuro44@gmail.com

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