Nueva sommelier Pasiones vínicas
“¿
Por qué Wine Bar obtuvo tal éxito desde su creación? Con absoluta certeza porque viene a llenar un vacío para quienes desean comidas ligeras con los mejores licores...”.
Me estoy metiendo en un menudo lío de lingüística con semejante título. En realidad debería hablar de un bar de vinos pero hay americanismos que pierden su sabor al ser traducidos, pues también sería el caso de cocktail lounge. De igual modo el idioma francés acepta sommelière con un acento agudo como femenino de sommelier y tenemos la traducción castiza sumiller, pues bien, guardaré la compostura: Verónica Parcero se graduó de sumiller en el 2003. Ha pulido sus conocimientos al prestar servicios en las bodegas más conocidas de Argentina. Cuando le propusieron venir a Guayaquil hizo frente al desafío sin pensarlo dos veces y ya la tenemos en Plaza Lagos donde se siente muy a gusto.
Mi contacto personal con ella me reveló una mujer culta, muy suelta, con un carácter definitivamente extravertido, pasión por su trabajo, evidente don de gentes, facilidad para relacionarse con los demás y una cualidad que pocos tienen: la de saber escuchar. El cargo que le confiaron se basa precisamente en relaciones interpersonales con clientes que buscan el lugar ideal para tertulias, tienen afición a los buenos vinos, saben beber sin llegar a perder el raciocinio. En Wine Bar, la carta propone más de doscientas etiquetas diferentes y quince por copas. Verónica observó con agrado que tanto los guayaquileños como las guayaquileñas manifiestan buen gusto en su elección, no vacilan en pedir marcas como Catena Zapata, Purpel Ángel (de Montes), Errázuriz (coleccionista de prestigiosos premios y altísimos puntajes), Navarro Correas, de reconocida fama, para citar unos pocos. Tiene mucho éxito el espumante francés Marquis de la tour brut o rosado por su relación calidad-precio, su sabor delicado y su hermosa espuma. Wine Bar tiene unos modernos dispensadores que tiene los vinos a la temperatura adecuada.
Obviamente, Verónica pondrá al servicio de sus clientes sus conocimientos profesionales, dictará charlas amenas o cortos seminarios sobre el arte de catar. En cuanto a los bocados que ofrece Wine Bar, acompañan las copas de la mejor manera. Entre tantas delicadezas se destacan el carpaccio (rebanada muy fina) de bife chorizo, el blue cheese envuelto en prosciutto de Parma con una ensalada de rúcula, alfalfa y mango. Me atrajo en particular esta fantasía porque juega con varios sabores que se van revelando en boca como las notas de un acorde. El lugar se ubica entre bar, cafetería y restaurante. Podrán pedir costillas de cordero y otros platos existentes más lo que Verónica irá incorporando al menú.
¿Por qué puede Wine Bar proponer semejante cantidad de vinos? Pues, porque se beneficia con toda la gama que tiene en perchas El Bodegón. ¿Por qué Wine Bar obtuvo tal éxito desde su creación? Con absoluta certeza porque viene a llenar un vacío para quienes desean comidas ligeras con los mejores licores, y ahora porque la atención que proporciona Verónica Parcero resulta convincente. El cliente se siente bienvenido y el personal ha sido muy bien formado. Debo recalcar que Javier Vaporaki, anterior administrador , dejó una grato recuerdo por su gentileza y su profesionalismo
Plaza Lago ha sido el éxito más espectacular de Samborondón. Bien pensado se puede considerar como un oasis de tranquilidad, cultura y seguridad.
