Delicias chinas: Que hay que cuidar
“Joun Yep es tradición con más de cuatro décadas, por eso los clientes saben lo que van a encontrar. Si bien es cierto que el ambiente es encantador, el nivel gastronómico podría llegar a la excelencia”.
No hace publicidad ni se vanagloria de haber cumplido cuarenta y dos años de tenaz existencia. El chef Pablo Saavedra oficia en la cocina desde el principio. Conocí a Roberto Shu, quien fundó el establecimiento, tuve varias veces conversaciones con él, me contó que había sido piloto en la aviación china durante la Segunda Guerra Mundial. Falleció en 1993. Su esposa, María de Shu, mujer fuerte de recio carácter, tomó las riendas del negocio.
Sabemos que los chinos tienen un verdadero culto para los jardines, les gusta que reine coherencia entre lo que hay en su casa y el ambiente que la rodea. El feng shui es una actitud frente a la vida, busca armonizar el espacio y las personas, llega a expresarse en postulados filosóficos, aplicaciones en el diseño de interiores para traer serenidad y bienestar a la casa.
Al ingresar a Joun Yep tendrán el agrado de contemplar objetos de arte, porcelanas finas y otras evocaciones de Asia. La sala del restaurante es inmensa, tiene muchas mesas, se puede contemplar a través de grandes ventanales un hermoso jardín con su puente arqueado y sus flores. Aquello crea un ambiente de gran serenidad. Se siente aquí la mano de una mujer detallista.
La carta, bastante amplia, ofrece todo lo que proponen los chifas, mas suelo siempre pedir la sopa de pichón servida en una taza diminuta, las uñas de cangrejo rellenas, el pollo con nueces, aunque, claro está, muchos prefieren la salsa agridulce. Tienen sabrosos langostinos en salsa de ostras, no pueden faltar el chaulafán, la parrillada de mariscos con sazón asiática.
Joun Yep es tradición con más de cuatro décadas, por eso los clientes saben lo que van a encontrar. Si bien es cierto que el ambiente es encantador, el nivel gastronómico podría llegar a la excelencia, pero quizás por haber caído en cierta rutina, no se logra coherencia entre la belleza del sitio y la sutileza de los diversos manjares. Las uñas rellenas, por ejemplo, no presentan la textura adecuada, uno tiene que arrancar cada bocado, desde luego la uña que sirve de soporte se nota descongelada. Joun Yep se está volviendo un chifa más, cuando quisiéramos verlo como el restaurante chino gourmet que Guayaquil necesita. Creo que lo fue en el pasado y Joun Yep, en la actualidad, no tiene mucho más que ofrecer para distanciarse de los numerosos chifas que hay en la urbe. Visitaré el Queen’s Dim Sim del que guardo buen recuerdo. El nivel de calidad allá es bastante bueno, es probablemente el mejor lugar para la gastronomía china. El Hong Kong Deli perdió mucho de su encanto cuando cambió de propietarios. Ahora bien, supe que la dueña de Joun Yep no estaba en el país cuando fui a cenar. A veces hace falta el ojo crítico, la mirada experta que chequea los platos cuando salen de la cocina.
Quizás también la ciudadela Los Ceibos en la calle 4ª y avenida Primera es un poco refundido, muchas personas prefieren no transitar allí por las noches. En las cenas el restaurante se ve vacío aunque haya bastante afluencia los fines de semana Volveré en otra ocasión dispuesto a modificar mi punto de vista si es que lo amerita. (O)