Ventajas gastronómicas: Los bufés en los hoteles
“No podemos negar que existe una grave crisis, pues todos los restaurantes que visito confiesan una baja importante en sus ingresos”.
Por tener constantemente huéspedes, los hoteles necesitan mantener un ritmo constante de opciones gastronómicas en sus restaurantes. Suelen tener un bufé dominical con gran surtido de manjares; hay una competencia de precios, ciertamente, pero no se puede evaluarlos sino en función de los platos ofrecidos. Me parece excelente la idea de incluir el servicio y el IVA: eso se llama sincerar los precios. Recuerden que una planilla de $ 50 se convierte en $ 62 cuando nos aplican los recargos.
El Hotel Oro Verde propone un bufé de gran calidad tanto en platos fríos como calientes. El precio ($ 32) incluye el IVA y el servicio. Pero Oro Verde también tiene La Cabaña suiza para los aficionados al fondue, la râclette, los quesos y el buen vino. Recordemos que en la râclette, el queso se sirve derretido sobre papas cocidas, se acompaña con embutidos y pepinillos, algo de páprika. Entre los vinos indicados, aunque los gustos sean variables, aconsejaría el Sauvignon blanco, un Pinot noir o una Bonarda.
El Gourmet, superrestaurante del mismo hotel, está en remodelación pues sufrió ciertos estragos durante el terremoto del 16 de abril pasado. La cafetería El Patio es un buen lugar para desayunar, almorzar o cenar, cuando no simplemente saborear un sándwich Club ($ 10) que puede alcanzar a veces para dos personas o una hamburguesa de gran tamaño con queso y cebollas $15).
El Hotel Hilton Colón tiene opciones muy interesantes, soy un asiduo de Sal y Pimienta, donde encuentro los mejores embutidos cuando preparo un chucrut, hay todas la posibilidades de sándwiches, platos preparados, una gran variedad de panes, deliciosos postres. Portofino propone un bufé dominical de calidad por $ 45. Vereda Tropical es para quienes desean servirse un bife chorizo de Texas, un rib eye, un New York strip. El Café Colón ofrece a diario a modo de bufé: desayuno ($ 30), almuerzo ($37,65) y cena ($ 37,65). El atractivo de un bufé es la posibilidad de repetir las veces que se quiera y escoger entre múltiples platos.
El Hotel Ramada tenía un excelente bufé, pero se encuentra en remodelación con cambio de carta. Apreciaba mucho la galantina de pavo y la multitud de los postres. El restaurante A la Mar tiene el bufé dominical ideal para los amantes de lo típico y de los frutos de mar ($ 17,99 + servicio + IVA). Muchas personas optan por un bolón de verde, cebiches, encebollados, humitas, con un buen café, entre tantas posibilidades.
El Hotel Continental ofrece su bufé durante las mañanas en El Fortín, pero la mejor opción se halla en La Canoa, lugar de tradición considerado como muy guayaquileño con 42 años de risueña existencia.
En el caso de restaurantes, Don Francis propone una de la mejores opciones. Su bufé de los domingos incluye pollo, lomo, cerdo, cebiches, pastas, postre, bebidas gaseosas gratuitas e ilimitadas ($ 25), me parece que no se puede pedir más. Pienso que Francis busca aminorar sus costos sin sacrificar la calidad.
Ni El Riviera ni La Casa di Carlo tienen bufé los domingos, pero atienden ambos con sus excelentes cartas. No podemos negar que existe una grave crisis, pues todos los restaurantes que visito confiesan una baja importante en sus ingresos. Veremos desaparecer uno que otro. Será una lucha de calidad y, sobre todo, de precios. (O)
