Mermelada de mortiño
Queridos lectores, fiel a mi política de equilibrio en la vida y la alimentación, a veces no les hago caso a los nutricionistas que predican una dieta sin azúcar y escasos carbohidratos.
A mí me encanta un trocito de pan con queso y mermelada. Regreso a mi dulce infancia y recuerdo a mi mamá, mi oma (abuela) y a mis tantes (tías) tomando un rico desayuno o un té con estas delicias. Por supuesto, las mermeladas eran todas hechas en casa, con fruta madura de estación y envasadas en frascos herméticos para que no se dañaran, o para cuando se presentara el momento de regalar un frasco de mermelada casera, que era muy apreciada.
Así que hoy les traigo estas recetas. Espero que las disfruten y agradezcan a su cocinero de hoy.
MERMELADA DE MORTIÑO
- 2 tazas de mortiño limpio
- 1 1/2 tazas de azúcar aproximadamente
- En una licuadora debe licuar la fruta sin agua y luego pasarla por un cedazo.
- Mida la cantidad del jugo de la fruta y póngala en una olla mediana.
- Mida la misma cantidad de azúcar y póngala con el néctar de la fruta.
- Cocine a fuego mediano-alto hasta que suelte a hervir. Mueva para que se disuelva bien el azúcar y cocine unos cinco minutos.
- Lave un frasco y échele agua hirviendo como para esterilizarlo. Cuando esté seco el frasco y la mermelada tibia, vierta la mermelada en el frasco, tápelo y guárdelo en la refrigeradora hasta el momento de servir. La mermelada al enfriarse tendrá mejor consistencia.
- Sírvala en una linda fuentecita para acompañar quesos, panes, galletas o helados.
Nota: Rinde una taza y media aproximadamente. Puede duplicar o triplicar la receta. Si prefiere, envásela en frascos pequeños para usarla o regalarla.
Nota 2: La misma receta se aplica para hacer mermelada de frutillas, uvillas o frambuesas como puede ver en la foto. La única diferencia es que como las frutillas y uvillas tienen más agua en su composición, déjelas hervir unos 10 o 15 minutos para que tomen punto y tengan una consistencia más firme.