¡Poncharello, parce!

Lo último que se me pasó por la cabeza era que esta muy querida chica iba a andar en moto. Peor aún, curtida ya en accidentes y admite que ha tenido que perseguir a quienes la han atropellado, como toda una Eric Estrada. Ella arregla celulares y además ya está por nacionalizarse ecuatoriana.

¿Qué onda con tu facha?
Un estilo más o menos loco. No me gustan los zapatos altos, ni la elegancia. Prefiero estar cómoda.

¿Cómoda y andas con manga larga?
Es que ando en moto. Entonces el sol me pega duro y me quemo feo.

¿Qué andas haciendo? Y sin moto...
Está parqueada. Estoy haciendo trámites y naturalizándome. Ya llevo en el país bastante tiempo.

El acento lo tienes fuerte.
No se quita. La raíz se queda, porque vivo con mis papás también.

¿En qué tipo de moto andas? ¿La usas más como transporte o para lamparosear?
Una 150 cc para trabajar. Te comenté que trabajo con servicio técnico, con celulares, accesorios y siempre estoy moviéndome pa’ todo lado.

¿No la tuneas y le pones stickers?
No, no. No soy fanática de la moto. ¡Me toca por necesidad!

¿Qué es lo más difícil de andar en moto?
La gente es muy atravesada. Uno tiene cuidado y los choferes igual se atraviesan. Me han pasado muchas cosas, lo peor es que la gente se vuela.

¿Has tenido accidentes?
Se han pasado la roja y me han llevado por delante. Dos veces. Gracias a Dios no ha pasado a mayores.

Eres de hule. Te caes, te rapas, dices ‘ayayay’, pero no pasa más allá de eso.
Sí tengo cicatrices por todo lado, pero igual vuelvo y me paro.

Cómprate una chaqueta...
De esas especiales para que, cuando me caiga, no se rompa.

Te iba a sugerir la ropa antimotín de la Policía. Y un tolete también.
Lo he hecho. Porque sí los he alcanzado. Bueno, ese es el riesgo. Como dice un tío mío: “Subirse a una moto es como andar con la lápida atrás”.

¿Qué le dirías a quienes no te respetan en la calle?
Tener más conciencia. Aquí hace falta un poco de educación vial para peatones y choferes también.