Con miras al verano
Nueva York juntó a Chyno, inspiraciones urbanas y un estilo sastre con alto contenido deportivo en su semana de la moda.
La temperatura en Nueva York subió más de lo acostumbrado con la presencia del venezolano Chyno Miranda, ahora en su camino como solista. Con el lanzamiento de su nueva aventura musical, este actor y modelo se dirigió a la Gran Manzana para otro importante reto: ser el nuevo embajador latino en la Semana de la moda de Nueva York.
El título vino con responsabilidades. Con anticipación a los shows, Chyno visitó cada showroom para las pruebas de vestuarios para los cuatro días de la marquesina primavera verano 2018. Ahí en el backstage de la pasarela de Nick Graham, durante el ensayo, compartió unos minutos de su agenda llena de moda, prensa y adrenalina. “Estoy sumamente feliz por esta oportunidad, los latinos tenemos afinidad por lo fashion y siempre estamos a la vanguardia con el look, sobre todo los artistas”, respondió acerca de sus primeras impresiones del evento.
“Creo que es fascinante poder demostrarle a la gente quién eres a través de la ropa, tu personalidad a través de un look o una puesta en escena”, agregó.
Sobre su nueva carrera como solista, añadió: “Ha sido maravillosa, es mi forma de vida, la manera más bonita de regalarle a la gente alegría y entretenimiento”. Chyno también ha coqueteado con la actuación, la animación, el modelaje. Pero la música, dice, es la base de su vida y compartir esa esencia con los demás es vital. “Siento que estoy dando un paso en mi carrera bastante importante. No lo busqué, es algo que llegó solo y lo estoy disfrutando al máximo”.
“Cada oportunidad para reinventarse, evolucionar, es algo que agradecer y me siento feliz por esta oportunidad que me están dando”. Pero para Jesús Alberto Miranda, Chyno, el éxito ha sido un accidente. A pesar de que es un personaje superconocido en el mercado latino, le costó un arduo trabajo de promoción y relaciones públicas. Por eso no extraña que la prensa anglosajona se interesara por saber más de él.
Poco a poco Chyno se fue afianzando en las pasarelas y su seguridad fue más notoria con cada cambio.
Flash a las tendencias
En la locación principal del Bajo Manhattan está el Skylight Clarkson Square y, en su interior, las plataformas 1 y 2, donde se desarrollaron los shows. A continuación, un recuento de los highlights de una semana cargada de testosterona y estilo.
Siguiendo con los latinos, el hondureño Carlos Campos se ha convertido en uno de los diseñadores más solicitados en el mercado norteamericano. Para su colección se adentró en tierras mexicanas en busca de inspiraciones con el afamado arquitecto Luis Barragán. El azul cobalto, caqui, rojo intenso y blanco son su paleta de colores para una edificación de diseños asimétricos, donde la esencia de la marca se destaca en abrigos largos, bléiseres estilo kimonos y trajes en colores monocromáticos.
Con aire californiano, Matiere presentó una primavera ‘nocturna’: negro tuvo una presencia notoria junto con el azul, rosa, blanco, celestes y pasteles, estupendamente armados en bomber jackets. Un equilibrio entre relax, sastre y deportivo.
El dúo Parke & Ronen celebró sus 20 años de trayectoria con una retrospectiva de sus mejores archivos, todo esto en conjunción con su nueva colección inspirada en la canción Rocky mountain high (de John Denver) en una representación del estilo ‘a la americana’. Esa marca de bañadores presentó tonos suaves, flores silvestres en telas como el chambray, algodón y el lino para la ropa casual. En la línea de bañadores y bikinis, los diseños buscaron satisfacer a los más atrevidos, con zungas (calzoncillos de baño muy cortos) desde 2 hasta 5 pulgadas máximo.
El show de Deveaux fue una exaltación a la cultura japonesa inspirada en el arquitecto Tadao Andos. La carencia de colores fuertes (representativos de la temporada) se vio inteligentemente equilibrada partiendo del negro y elevándose hacia tonos caqui, verde militar y vino. Una muestra de sastrería y sportwear en un compromiso armonioso. El verano para Devoroux se representa en la ligereza de las telas, frescura en diseño y al mismo tiempo un toque de invierno.
David Hart interpretó a Cuba en todo su esplendor con variedades de colores representativas de la vieja Habana, donde lo retro es actual y lo actual se convierte en eterno. Las guayaberas se reinventaron en texturas, con diseños más pop culture y menos tradicionales. El estilo sastre se presentó de manera impecable y moderno, con un styling de primera haciendo referencia a lo caribeño pero muy internacional.