Creatividad vs. tendencias
En materia de diseño emergente europeo, Londres está en el primer puesto. Esto se debe a las oportunidades para desarrollar una marca y al consumo que existe en una de las llamadas capitales de la moda.
En Londres, las tiendas de alta costura y las gigantescas empresas del fast fashion (moda rápida) están siempre a la orden del día en las tendencias. La idea de diseño emergente podría parecer fantasiosa por tratarse de un mercado supercompetitivo, o por los precios de producción y promoción que implica.
No obstante, eso no desanima a miles de jóvenes, como Sadie Williams y James Hock, a lograr su anhelada meta en esta ciudad cosmopolita. “Primero me encaminé hacia el estampado artístico, después hice pasantías en diseño y me di cuenta de que realmente quería ser diseñadora y trabajar con texturas, patrones y colores”, indica Williams, de origen inglés. Ella participó en la Semana de la Moda de Londres a través del programa Newgen, el cual es auspiciado por la reconocida tienda Topshop y al British Council Fashion, encargado de promover la industria en Londres.
El estilo para el mercado londinense parece complicado de descifrar, más cuando se habla de originalidad e ingenio esto facilita el camino. “La infinita posibilidad de lo que se puede crear y luego la supervivencia en un mercado tan caro como Londres son las cosas que más me motivan”, menciona Hock, de origen malasio y radicado en Londres. Él perfila sus colecciones hacia lo simple, deportivo y andrógino, dando la posibilidad de que sus prendas sean unisex.
Es decir, no hay barreras para el diseño gracias a la apertura para presentar nuevas propuestas. Estas pueden ser generadas a partir de las tendencias o del estilo de cada diseñador. Williams opina al respecto: “Nunca estuve interesada en las tendencias, creo que tengo un fuerte sentido del estilo y no crearía nada si no estuviera convencida de ello. Lo importante para mí es presentar prendas que sé que son únicas”.
Los desafíos de los nuevos
Llegar a ser visto luego de emprender una marca de moda no es tarea fácil, pero asumen el reto de diversas formas, con tal de diferenciarse. Por ejemplo, Williams también reparte su tiempo a la producción de piezas audiovisuales para promover su marca, tal como lo hacen otros jóvenes emergentes.
La vorágine de información en los medios podría ser otro obstáculo frente al desafío de ser lo más original posible. Entonces, ¿cuáles son sus fuentes de inspiración? “Están en todos lados, desde un paseo por las tiendas locales hasta lo que puedes ver en internet, la gente, el aire vintage de Londres, las exhibiciones artísticas...”, acota Williams.
Mientras, Hock menciona: “La inspiración viene de todas partes, la mayoría de las veces en la forma cómo me siento. Usualmente, me tomo un tiempo para caminar cuando necesito procesar y capturar algunas ideas que se me vienen a la mente”.
Quedar a la expectativa del crecimiento de su marca es parte de la meta de todo diseñador emergente. No saber adónde puede apuntar su nombre, así como también si se mantendrá con la misma esencia o terminará siendo preso de lo que demande el público, son algunos de los planteamientos sobre la mesa.
“No estoy muy segura de lo que espero lograr, pero sería fantástico sostener esto que tanto amo. Me encantaría armar de esto una empresa con más gente que aporte con su conocimiento y así no tener que resolverlo todo por mi cuenta”, dice Williams, quien además está a la espera participar nuevamente de la Semana de la Moda de Londres (septiembre).
“Con mi marca espero crear una amplia base de seguidores y clientes”, indica Hock quien trabaja con su instinto creativo todo el tiempo, con la finalidad de descubrir la esencia de su marca y adaptarse al mercado sin problemas. (I)