¡Diseñadoras que pisan fuerte!
El viejo oficio del zapatero con el paso del tiempo fue intervenido por la visión del diseño, para convertirse actualmente en una de las áreas más cotizadas y admiradas de la industria de la moda.
Según el estilo de quien crea el calzado, también está la forma de producirlo o de llegar a su cliente ideal. Por eso cada vez el calzado abarca más mercados, que dejaron de verlo como un simple complemento, para convertirlo en el protagonista a la hora de vestir.
Algunos diseñadores se envolvieron en esta labor por circunstancias, por una vocación que creció con ellos desde pequeños, e incluso porque vieron en esto una forma de expresarse libremente. “Los zapatos me gustaron desde siempre, algunas cosas no se pueden explicar porque se las incorpora de tal manera que pasan a formar exactamente parte de uno”, dice Luz Príncipe, creadora de una marca argentina de zapatos que lleva el mismo nombre, caracterizada por diseños llenos de estampas modernas y la elaboración de calzado artesanal.
Por otro lado está el caso de Lali Ramírez, también argentina con una marca a su cargo que la llevó a cumplir su sueño de convertirse en diseñadora, pese a ejercer una profesión distinta. “Estudié administración de empresas y soy contadora, pero en los zapatos siempre vi magia porque nací en una empresa que se dedica a esta industria. Desde niña iba a la fábrica y me fascinaba ver el armado de los zapatos. Luego de varios años me animé, y de a poco, comencé a crear y esto acaparó mi vida desde entonces”.
No es la única que estuvo ligada toda su vida a la industria. El caso de Sylvie Geronimi (quien nació en Malasia, vivió en Francia y se mudó a Argentina) tiene tintes similares. Su padre era diplomático y trabajaba para la Alta Costura francesa, por lo que Sylvie se sintió atraída por ese mundo. Estudió la carrera de Alta Costura tradicional, y luego se especializó en calzado.
Y también está quien decidió explorar el diseño más por curiosidad y descubrió en ello una pasión. “Cuando miraba un zapato, no podía entender cómo había sido hecho, así que me fui a averiguarlo. Vi que en ese camino de hacerlo había tanto aún por explorar, que me apasionó el desafío”, indica Lourdes Chicco Ruiz, diseñadora argentina.
Hallar el estilo propio es un ejercicio continuo que solo el tiempo descifra, según las diseñadoras. “La valoración y la solvencia la da la práctica. Pulir el estilo es parte de la necesidad de mejorar”, hace hincapié Luz Príncipe, quien lleva 15 años de experiencia.
“Creo que el estilo es algo que va mutando constantemente. Mis gustos y preferencias van cambiando siempre. Así que no creo haber llegado a un estilo en particular”, dice Lourdes Chicco, que ha logrado dar a conocer su marca de a poco, con una identidad distinta a lo convencional, ya que en cada uno de sus diseños aporta originalidad tanto en materiales como en formas.
Objeto del deseo
¿Por qué los zapatos se han convertido en el objeto de deseo de las mujeres, pese a sus constantes cambios en diseño y precio? Lo que opinan las diseñadoras es que, a diferencia de las prendas, el zapato puede ser atemporal y acompañar a la mujer siempre gracias a que ella nunca varía su talla de calzado. ¿Y la comodidad? ¿Aún se prioriza el diseño de moda ante este factor?
Para Luz Príncipe, el zapato soñado requiere de “comodidad, luego calidad y por último diseño. Aunque en muchos casos se tiene que aceptar que hay hormas para cada tipo de pie, y por lo tanto zapatos y estilos para cada mujer”.
Para Sylvie Geronimi (quien además confecciona zapatos a la medida) depende del modelo y el cambre (la inclinación del pie). Por lo tanto, mientras mayor sea el cambre de una horma, menos cómodo será el calzado. Algo muy usual en los zapatos con tacos muy altos.
Valorado oficio
La producción de colecciones a gran escala se ha vuelto en el común denominador de muchas marcas que priorizan dar productos a menor costo, pero con una visión masiva del mercado. Por esto, en su elaboración está involucrado el uso de nuevas tecnologías que mecanizan el proceso.
No obstante, quien se dedica al diseño al 100% y prefiere manejar pequeños nichos del mercado, optará más por la producción artesanal, que incluye el paso a paso y cuidado exhaustivo en la elección de materiales.
“Siempre elijo el modo artesanal. Hacemos solo unos poquitos pares iguales y pedidos especiales, un único par para cada persona que lo requiera. Experimentamos con nuevas texturas y materiales. Siempre en la búsqueda del detalle preciso de cada zapato”, dice Lourdes Chicco, no siendo la única que maneja este sistema, sobre todo cuando se trata de priorizar la calidad del diseño y la satisfacción de sus clientas. “Las nuevas tecnologías son fabulosas para grandes cantidades de producción, en zapatos, remeras y lo que quieras; pero en el detalle prefiero la mano del hombre, y sobre todo la del que hace con amor su profesión”, opina Luz Príncipe.
Para Lali Ramírez, quien también prefiere el trabajo artesanal, la tecnología “es buena para grandes empresas que trabajan en serie y volúmenes grandes”.
Para quienes estén pensando en incursionar en el diseño de calzado, hay algunas recomendaciones de las expertas. “Un obstáculo es ofrecer comodidad, hablo de la cuestión fisiológica del pie. En cuanto a su fabricación requiere de muchas industrias (horma, cuero, taco, plantilla, herraje) y de una mano de obra especializada en cada una. Luego uno tiene que diseñar algo que genere atracción”, expresa Sylvie Geronimi. Lourdes Chicco cree que todo depende de las metas con una marca y el tipo de trabajo a realizar.
Cada una con una inspiración y motivación distinta ha logrado crear su propia marca y, por qué no, su propio estilo. De eso se trata, de llevar la labor del diseño por caminos inimaginables, donde la recompensa será la comodidad de quien camine en sus creaciones.