Sin géneros
En una era que busca igualdad en lo laboral, en la publicidad y hasta en las relaciones personales, la moda también se manifiesta al borrar barreras en el vestuario.
No se trata necesariamente de que las mujeres usen corbatas o que los hombres lleven tacones. Simplemente, el diseño de las prendas trata de unificarse y no especificar quién debe lucir la ropa. Es la moda sin género (ungendered o genderless).
Algunos medios señalan a Coco Chanel como una de las pioneras en el estilo de vestimenta neutral, cuando aflojó la silueta femenina típica de la época y la vistió con pantalones y pijamas masculinos. Por tanto, la idea del armario unisex no sería del todo nueva; lo actual es que más marcas y diseñadores acogen esa corriente.
Zara, American Apparel, Uniqlo se unieron al movimiento sin etiquetas, con líneas de diseño simple y con colores neutros que comparten tallas y patrones. Los básicos de esas colecciones son la camisa oversize (sobredimensionada) blanca con botones, la chaqueta bomber, pantalones rectos (tipo sastre), chompa XL y zapatos mocasines.
Por lo descrito, el boom de esa moda parece identificarse de forma recurrente con piezas deportivas y casuales, aunque también existen modelos muy barrocos como los del diseñador Alessandro Michele para Gucci. El más famoso es la camisa de enorme lazo al cuello (pussy-bow) de crepé en seda que lanzó para una colección de hombres, pero que cada vez más reporta ventas provenientes de mujeres. Es la misma que Melania Trump usó como blusa en un debate de su esposo, Donald Trump, presidente de Estados Unidos.
El mayor referente de esta tendencia sin límites es la tienda española 44store. Sus perchas exclusivamente alinean creaciones de artistas sin género, como las del canadiense Rad Hourani, considerado el primer diseñador de alta costura unisex.
Xavi García, el mentalizador de esa boutique ubicada en Madrid, explica lo que hace y lo que ofrece en su tienda: “Sentirme libre y romper las reglas establecidas entre lo masculino y lo femenino. Estamos en un momento de cambios y el público necesita sentirse libre con su imagen. En la tienda tenemos diferentes estilos y seleccionamos prendas que pueden servir para ambos sexos porque todo depende de cómo se combinen”.
“La percepción de la orientación sexual está siendo desafiada por los mileniales”, dice Lucie Greene, directora mundial de una agencia de pronóstico de tendencias (de J. Walter Thompson). “Junto a ellos, los jóvenes de 12 a 19 años de edad, que definen la Generación Z, también han difuminado las líneas en el vestuario entre hombre y mujer”.
No obstante, dice Kimberly Chrisman-Campbell, historiadora de moda y autora del libro Víctimas de la moda: Vestimenta en la corte de Luis XVI y María Antonieta, no todos los individuos de las generaciones mencionadas son proclives a este estilo. “Los hombres tradicionalmente han sido inmunes a las tendencias de moda unisex”.
“Creemos que estamos en una nueva etapa de la moda, pero no necesariamente es así. Lo que en verdad estamos viendo son prendas de vanguardia, no piezas que vamos a encontrar en seguida en todas las tiendas”, opina. “No obstante, cada vez que aparece este tipo de tendencias, empujan nuestros límites”.
Solo el tiempo revelará si el resto de la industria (y los consumidores) aceptarán esos límites. (G.Q.) (I)
Fuentes: huffingtonpost.es, nytimes.com, vogue.es