Liderazgo mundial

Por Carlos Muñoz Gallardo
17 de Marzo de 2013

Estar al frente de una institución que cuenta con alrededor de 1.200 millones de miembros e intentar ser un referente moral para todo el mundo es una tarea que para cualquier líder organizacional resultaría desgastante. Este es el desafío que ha tenido a su cargo el papa Benedicto XVI, quien desde el 2005 se ha reunido con más de 20 millones de personas.

Cabe pues reflexionar las características de su liderazgo que han llevado a que personas de todo el mundo, incluso de posturas ideológicas distintas a las suyas, valoren sus enseñanzas. Entre las diversas cualidades quisiera destacar su apertura a la verdad, sin traicionar las propias convicciones, incluso si están contra las corrientes de moda. Su capacidad de entender y respetar la postura de la otra persona, su sensibilidad ante las necesidades de cada uno, y su sabiduría para iluminarlas desde la fe son cualidades que han hecho posible generar puentes de diálogo con diversos sectores de la sociedad, siendo artífice de unidad en el mundo. Sus escritos a lo largo de su vida (cerca de 600 publicaciones) han sido puntos de referencia y de debate a nivel mundial.

Otro aspecto fundamental de su liderazgo ha sido su sinceridad para abordar cualquier situación, por más dolorosa que sea. Sin duda, al papa actual le tocó enfrentar desafíos muy grandes, a los cuales nunca le dio la espalda, y por ende, su renuncia no obedece a huir de la responsabilidad, sino a asumir con sencillez y humildad cuando las fuerzas son insuficientes o al descubrir el tiempo propicio para pasar la posta. Dicho estilo de liderazgo se sintetiza en su primera encíclica: “Quien gobierna el mundo es Dios, no nosotros. Nosotros le ofrecemos nuestro servicio solo en lo que podemos y hasta que Él nos dé fuerzas” (numeral 35). Esta es una lección muy importante para los líderes empresariales pues purifica la visión de poder que muchas veces prima en las organizaciones. Nos enseña a buscar el bien común sin aferrarnos a cargo alguno, entendiendo que nuestros dones y talentos nos han sido dados para el bien de los demás.

carlosmunoz@humane.edu.ec

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