Si pudiera volver a empezar

Por Ángela Marulanda
23 de Junio de 2013

En el mes del Día del Padre estas estrofas resumen los testimonios de varios padres, y quizás sirvan para animar a algunos a darle prioridad a la relación con los hijos cuando todavía tienen la oportunidad de hacerlo.

No sé en qué momento el tiempo pasó,
  ni a qué horas mi hijo creció.
  Solo sé que ahora es un hombre,
   y que en su vida... ya no estoy yo.

No sé en qué momento comenzó a caminar
  ni tampoco a qué horas aprendió a hablar,
  No me enteré cuándo cambió de dientes
  porque solo me ocupaba de pagar las cuentas.

Me pedía que lo consolara cuando se aporreaba,
  o que le ayudara cuando su juguete no le funcionaba,
  pero yo vivía muy ocupado… debía trabajar
  y por eso sus problemas no eran mi prioridad.

Cuando llegaba a casa, insistía en estar conmigo,
  “Papi, ven... yo quiero jugar contigo...”.
  “Más tarde, hijo, ahora quiero descansar”,
  y diciendo estas palabras me iba a recostar.

Ojalá en su momento lo hubiera escuchado,
  cuando al acostarlo y dejarlo arropado,
  suplicando me insistía… casi llorando,
  que  lo acompañara porque estaba asustado.

Ahora soy yo el que quiere estar a su lado,
  y mi hijo es quien siempre vive ocupado.
   Los años han volado, él se ha alejado,
  y mi ausencia en su vida solo me ha dejado.

No sé en qué momento el tiempo pasó,
  ni a qué horas mi hijo creció.
  Ojalá pudiera volver a nacer,
  para estar a su lado y acompañarlo a crecer.

www.angelamarulanda.com

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