Si pudiera volver a empezar
En el mes del Día del Padre estas estrofas resumen los testimonios de varios padres, y quizás sirvan para animar a algunos a darle prioridad a la relación con los hijos cuando todavía tienen la oportunidad de hacerlo.
No sé en qué momento el tiempo pasó,
ni a qué horas mi hijo creció.
Solo sé que ahora es un hombre,
y que en su vida... ya no estoy yo.
No sé en qué momento comenzó a caminar
ni tampoco a qué horas aprendió a hablar,
No me enteré cuándo cambió de dientes
porque solo me ocupaba de pagar las cuentas.
Me pedía que lo consolara cuando se aporreaba,
o que le ayudara cuando su juguete no le funcionaba,
pero yo vivía muy ocupado… debía trabajar
y por eso sus problemas no eran mi prioridad.
Cuando llegaba a casa, insistía en estar conmigo,
“Papi, ven... yo quiero jugar contigo...”.
“Más tarde, hijo, ahora quiero descansar”,
y diciendo estas palabras me iba a recostar.
Ojalá en su momento lo hubiera escuchado,
cuando al acostarlo y dejarlo arropado,
suplicando me insistía… casi llorando,
que lo acompañara porque estaba asustado.
Ahora soy yo el que quiere estar a su lado,
y mi hijo es quien siempre vive ocupado.
Los años han volado, él se ha alejado,
y mi ausencia en su vida solo me ha dejado.
No sé en qué momento el tiempo pasó,
ni a qué horas mi hijo creció.
Ojalá pudiera volver a nacer,
para estar a su lado y acompañarlo a crecer.