Tres proyectos para el 2012
El fin de año nos trae a la memoria todo lo que nos propusimos lograr durante los pasados doce meses; nos enorgulleceremos al recordar nuestros momentos de triunfo y seguramente minimizaremos nuestros fracasos, encontrando una justificación o un culpable. Pero con el comienzo del año la pizarra está en blanco de nuevo y tenemos la oportunidad de volver a la carga.
¿Pero cómo podemos incrementar la probabilidad de tener éxito en esta ocasión? Muchas veces fallamos porque empezamos muy motivados (a veces obsesionados) y nos desanimamos al primer contratiempo porque lo interpretamos como una señal de que no podremos llegar a un final triunfante (y no tenemos un plan “B”). Esta actitud no solamente que frustra nuestro objetivo sino que nos deja “mal parados” para intentarlo de nuevo.
Pero existe un sistema que significativamente aumentará la probabilidad de tener éxito en por lo menos uno de tres proyectos que debemos implementar simultáneamente. El primer proyecto debe tratar de eliminar una conducta perjudicial o negativa (por ejemplo, dejar un hábito dañino, una actitud grosera, una autoestima baja).
El segundo implica aprender un comportamiento adaptativo (por ejemplo, ser más cooperador, comer más sanamente, ser puntual). El tercero exige liberarse de algún lastre emocional que de alguna manera lo ate al pasado y dificulte su camino (por ejemplo, guardar resentimientos, vivir en dependencia, revivir traumas).
El hecho de tener que funcionar en tres escenarios según cómo se presenten las oportunidades disminuye considerablemente la presión que se sufriría si se tratara de un solo proyecto del cual querríamos ver resultados inmediatos (y sentir frustración si no ocurren). Además, la satisfacción lograda al avanzar en uno de ellos será un incentivo para trabajar en uno de los otros.
Asimismo, si por alguna razón sufrimos un “resbalón” en uno de estos caminos, podemos inmediatamente reivindicarnos esforzándonos en avanzar en otro. De esta manera es muy probable que siempre tengamos algo positivo dando vueltas en nuestra mente durante buena parte del año. Si nos va bien (y eso debemos esperar) es muy probable que alcancemos algunas metas antes de finalizar el año, y podamos recibir el próximo con nuevos y mejores proyectos.