A prueba de ‘bullying’
Al volver a clases, muchos niños y sus padres se preocupan por la posibilidad de abuso escolar. Envíelos emocionalmente equipados.
¿Sabía usted que el 25% de los colegios públicos informan que el acoso escolar ocurre diaria o semanalmente en el centro escolar? ¿Y que uno de cada cinco alumnos de enseñanza secundaria informa haber recibido este tipo de acoso durante el curso anterior?
La buena noticia es que, puesto que el acoso escolar ha ocupado los titulares de los periódicos en muchas partes del mundo, tanto los centros escolares como la población en general (e incluso los famosos) están adoptando una clara actitud de rechazo ante este fenómeno.
Usted también puede cumplir con su parte desde su propia casa. He aquí cinco estrategias inteligentes para impedir que su hijo sea víctima del acoso escolar y para frenar este fenómeno una vez se haya iniciado:
Hablar sobre el tema. Hable con su hijo sobre el acoso escolar y pida a otros miembros de la familia que compartan con él sus experiencias al respecto. Si su hijo se sincera con usted y le explica que está siendo víctima del acoso escolar, elógielo por haber sido lo bastante valiente como para explicarlo y ofrézcale un apoyo incondicional. Haga una consulta en el centro escolar de su hijo para enterarse de la política relacionada con el acoso escolar y averigüe cómo el personal del centro y los profesores del niño enfocan este tipo de situaciones.
Eliminar el posible cebo. Si lo que busca el o los acosadores es el dinero de su hijo para comprarse el almuerzo o determinados artículos u objetos que suele llevar al colegio, usted puede contribuir a neutralizar la situación animando a su hijo a llevarse el almuerzo preparado o a asistir al colegio sin dichos artículos u objetos.
Ir acompañado de amigos por motivos de seguridad. Es mucho menos probable que una persona acompañada de uno o varios amigos sufra acoso de un matón mientras abre su casillero en el colegio que si lo hace a solas. Recuérdele a su hijo que se siente con sus amigos en el bus escolar (expreso) o que vaya acompañado de amigos cuando necesite ir al lavabo o a cualquier otro lugar donde suelen actuar los abusadores.
Mantener la calma y seguir adelante. Cuando ocurre el acoso escolar, la mejor defensa de un niño es mantener la calma, ignorar los comentarios hirientes recibidos, decirle al acosador que pare y limitarse a alejarse de la situación. Los acosadores disfrutan haciendo daño a los demás. Cuando un niño no se altera ni se irrita con facilidad tiene muchas menos probabilidades de ser víctima del acoso escolar.
No intentar solucionar las cosas enfrentándose a los padres del acosador. A veces, el hecho de mantener una conversación con los padres del acosador puede resultar constructivo, pero generalmente es mejor mantenerla en un lugar donde un funcionario del colegio, como un orientador escolar, pueda actuar como mediador. (F)
Fuente: Kids Health