La estela de Francisco

Por Mariquita Noboa
12 de Julio de 2015

“Las familias deben ser un signo de alegría”, dijo el papa Francisco en la homilía de la primera misa que concelebró en Guayaquil. “La familia es la primera escuela de referencia para los niños”, continuó. “La familia es el primer hospital, el más cercano”, mencionó, haciendo hincapié en que el primero en ayudar a un enfermo en el seno familiar es precisamente un miembro cercano.

La voz del vicario mayor se escuchaba por estaciones de radio, de televisión, por señal de internet y sus palabras fueron noticia originada en Ecuador, que luego los diarios del mundo consignaron en sendas informaciones.

El pater patrum, de donde se origina la palabra papa, y que significa ‘padre de todos los padres’ dijo: “En la familia se aprende a decir gracias, como una sentida valoración de lo que recibimos”.

Mientras el coro se lucía en el Parque Samanes entonando el Agnus Dei durante la eucaristía, recordé algunas normas que nos enseñaron como cortesía y que su santidad considera son actos de caridad.

“Dar las gracias, aunque piense que no deba hacerlo.

Escuchar con atención los relatos que hacen otras personas, sin juzgarlas y con amor.

Ayudar en la limpieza de la casa, especialmente lo que se utiliza a diario. Recordarle a los miembros de la familia, amigos y allegados, cuánto se los quiere.

Los hijos que, por razones distintas, no viven con sus padres, deben llamarlos, mantenerse cercanos a sus progenitores, aunque sea por medio de la línea telefónica.

Estar atentos para ayudar a quien lo necesite.

Siempre que se corrija, hacerlo con amor.

Saludar con alegría a todas las personas con las que se comparte a diario.

Sonreír; un cristiano siempre es alegre.

Ayudar a los demás a superar obstáculos.

Reconocer los éxitos de otras personas y celebrar las cualidades que condujeron a ese éxito.

Entre los buenos detalles que se deben expresar con quienes están cerca, está levantarle los ánimos cuando se presente alguna adversidad”.

Seguíamos con devota admiración sus palabras cuando en un gesto de bienaventuranza dijo: “El mejor de los vinos está en la esperanza, está por venir”.

Desde nuestro shungo a su cuore, gracias, santo padre, por su ejemplar visita, por las buenas energías y esa estela de paz que nos deja. “Dios de amores, santa eucaristía, mira al pueblo de tu corazón... Todo es tuyo, salva al Ecuador...”. (O)

mtnoboa@hotmail.com

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