La prodigiosa sandía
Dicen los expertos en nutrición que esta fruta nos proporciona muchos beneficios si la ingerimos con el estómago vacío, que es la forma correcta de comer las frutas para que no se mezclen con los otros alimentos que ya han pasado por el tracto intestinal.
Refieren que además de las vitaminas B y C contiene potasio y una alta dosis de licopeno, el oxidante que ayuda a evitar ese cuadro de desajuste celular que se conoce como cáncer.
Por fortuna la tenemos corrientemente en los países tropicales, no es un artículo de lujo, como en Japón, donde se la consigue pero por la bicoca de hasta ciento veinte yenes. Pero si usted va a recibir invitados, le recuerdo que:
Puede servir sandía en ocasiones informales, no en una comida formal.
Hay varias formas de presentarla, una de ellas es en su propia cáscara y se acompaña con servicio de tenedor y cuchillo para frutas.
La otra opción es cortarla en cuñas con un espesor que no exceda un centímetro y luego de haber retirado las semillas. En este caso se complementa solo con el tenedor.
Pero si quiere lucirse prepare sandía a la Provenzal. Se puede presentar en copas de boca ancha o en un repostero de los que usamos para el cebiche. El procedimiento toma tiempo, pero el resultado es gratificante. Se retira toda la pulpa, si cuenta con un pequeño sacabocados es mejor, así tiene solamente bolitas de sandía que luego las vuelve a poner en el interior de la cáscara y las riega con vino dulce y azúcar morena, a su gusto. Se deja por lo menos dos horas antes de servir, cubierto con la misma cáscara de la sandía. También se pueden hacer dados pequeños.
Si tiene un coctel puede presentar pinchos rojos, dados de sandía y frutilla.
Por su forma y tamaño la sandía puede servir como recipiente para ensalada de frutas. Bajo el concepto de garnish luce muy bien en un bufé para desayunos, brunch o almuerzos.
Su composición, 91% acuosa y el fresco sabor de su pulpa contribuyen a un proceso de depuración de toxinas que nos hace ver más radiantes, con más energía y salud. Voy por la mía. (O)