Enfermedades catastróficas

Existen afecciones graves que ponen en riesgo la vida del paciente. Entérese dónde acudir si no tiene recursos económicos para cubrir los gastos.

Si la mayoría de las personas aprendiera  a cuidar su salud, no habría pacientes sufriendo alguna enfermedad considerada como catastrófica (EC).

El texto Enfermedad catastrófica: ¿Quién decide qué?, de Jay Katz y Alexander Morgan Capron, la define como “una patología devastadora y casi siempre incurable, que necesita de muchos recursos económicos y de muchos cuidados médicos, casi siempre paliativos y de constante soporte emocional al paciente y a su familia”.

Incluso, el médico intensivista Jaime Benites Solís menciona que las EC alteran radicalmente la existencia y la manera de vida no solo de los pacientes, en sus trabajos y en sus actividades rutinarias, sino también la de sus familiares.

Pero ¿cuáles son las enfermedades catastróficas? Según el médico intensivista Stenio Cevallos Espinar, quien es jefe del Servicio de Terapia Intensiva en el hospital clínica Alcívar y en la parte privada del hospital Luis Vernaza, son las que amenazan potencialmente la vida del paciente, y pueden ser agudas o crónicas.

Las agudas, agrega, son todas las que requieren terapia intensiva y se originan por accidentes graves, infartos cerebrales o cardiacos, derrames cerebrales o cáncer, entre otras; y las crónicas, las que el paciente necesita de tratamientos continuos para poder vivir como, por ejemplo, en la insuficiencia renal crónica, que requiere cada 48 horas someterse a diálisis, trasplante”.

Además, para el Ministerio de Salud Pública del Ecuador (MSP) son catastróficas las malformaciones congénitas del corazón, valvulopatías cardiacas, cáncer, tumores cerebrales, insuficiencia renal crónica, trasplantes de órganos (riñón, hígado, médula ósea). Incluso, las secuelas de quemaduras graves, malformaciones arteriovenosas cerebrales, aneurismas toraco-abdominales y el síndrome de Klippel Trenaunay.

Cómo prevenirlas

Según Cevallos, es importante que los pacientes acudan a los subcentros de salud del MSP, porque es ahí donde les pueden detectar a tiempo una hipertensión o diabetes no controlada. Pues ambas enfermedades son las principales causas de tener lípidos altos (grasas) y las responsables de que se origine un accidente cerebrovascular o una insuficiencia renal crónica.

“El problema es que a estos pacientes se les diagnostica muy tarde la enfermedad o no se los educa. En el país, el 50% de los diabéticos desconoce su afección y de estos, solo el 7% recibe una atención adecuada”.

Si alguien sabe que en el hogar existe un familiar hipertenso o diabético, agrega,  también debería acudir a un centro de salud para asegurarse de que no la padece, y así puede prevenirla y ahorrar dinero.

Cubre tratamiento

Es importante saber que los pacientes que sufren de alguna EC y necesitan recibir un tratamiento programado, cuyo costo sea mayor a la canasta vital ($ 586,18) y que no puedan ser cubierto, total o parcialmente, en los hospitales públicos o en otras instituciones del Estado, será asumido por el MSP mediante el Programa de Protección Social (PPS) del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).

Antes de ello deben ser evaluados con uno de los especialistas de acuerdo con el caso y luego con el certificado pueden ingresar al programa por intermedio del departamento de Trabajo Social de los hospitales.

Para mayor información pueden acudir a las unidades  del MSP o a cualquier hospital de la Red Pública Integral de Salud (IESS, Fuerzas Armadas y Policía).

Al momento, los hospitales que pueden ingresar pacientes al PPS, en Guayaquil, son el Abel Gilbert Pontón y el Francisco de Ycaza Bustamante; en Quito, al Eugenio Espejo y al pediátrico Baca Ortiz; y en Cuenca, al Vicente Corral Moscoso.

Por último, el PPS también tiene convenios con hospitales privados.