Lista de regalos
Es inevitable. Pensar en Navidad es sinónimo de regalos. Y claro, inmediatamente se siente un desasosiego porque la mente viaja, la calculadora no aparece y los rostros de todos a los que quisiéramos agasajar vienen uno sobre otro.
No nos hagamos la vida de cuadritos. Comencemos por hacer un listado y seleccionar cuidadosamente a quiénes vamos a hacer partícipes de nuestro amor, cariño o aprecio, traducido en un bien material. Primero a la familia, luego viene toda esa esfera que enriquece nuestra vida: los amigos y el ambiente laboral.
Naturalmente, debemos hacer una clara diferenciación, una cosa es el obsequio empresarial y otra muy distinta el familiar. En ambos casos todo se dirige a “conquistar” al comprador, razón por la que aquí y en todas las tiendas del mundo, los establecimientos comerciales presentan ofertas, tan atractivas como flexibles, descuentos, rebajas y créditos instantáneos.
• Con una lista de regalos se evita la compra impulsiva.
• Determinar un presupuesto.
• No necesita ser costoso para que se considere “el regalo”.
• No minimice el obsequio en función del tamaño. Cuando vaya a entregar su regalo nunca diga: “Toma, es una tontería, chiquita”. Cuidado, esto podría desencadenar sentimientos y frases inesperadas. “Y si es una tontería, ¿para qué me la das?” o “No esperaba de ti una tontería así”.
• El tamaño del regalo no se equipara con el aprecio. El valor de la amistad no tiene precio.
• Sus palabras y sus gestos deben tener coherencia. No existe posibilidad de “mala cara” y peor de displicencia.
• La entidad empresarial o institucional debe ser respetada. No “obsequie” a familiares lo que ha sido destinado para los clientes.
• En un obsequio corporativo puede anexar hasta tres tarjetas, siempre que sean de los principales de la empresa.
• No estamos obligados a reciprocar con regalos cuando se recibe uno, pero es de buena educación agradecer por el gesto. Dependiendo del tipo de relación, puede hacerlo telefónicamente o por escrito, pero no deje de hacerlo.
• Si el regalo está destinado para un alto funcionario que visita la empresa, desde el exterior, hay que diferenciar el regalo de Navidad del presente que se le otorga por sus altas funciones. En este caso, la entrega debe ser en privado, con ejecutivos de nivel, recordando que lo que se obsequia es parte distintiva de la empresa.
• Siempre cuidar detalles que reflejan buen gusto y pulcritud. (O)