Miedo a hablar en público

Existen maneras de perder el temor a expresarse ante un grupo de personas. Entérese cómo lograrlo.

El miedo a hablar en público es uno de los temores más frecuentes en los seres humanos, y algunos estudios demuestran que las personas que lo tienen son capaces de muchas acciones con tal de no tener que expresarse. Sin embargo, también hay quienes desean lo contrario y buscan cómo lograrlo.

Según Jorge Pazmiño, psicólogo organizacional y coach-especialista en Desarrollo Humano, los grandes artistas antes de su presentación experimentan un gran nerviosismo, es decir, una gran energía que les permite dar lo mejor de sí mismos y allí está la clave.

El ser humano de manera instintiva, agrega, genera el miedo y el nerviosismo como forma de protección, pero en realidad está produciendo el poder necesario para actuar. La diferencia con los artistas está en qué hacemos nosotros con esa energía llamada miedo: si nos paralizamos o la utilizamos para actuar empleando nuestros mejores recursos.

En la historia existen grandes líderes que se han caracterizado por su capacidad de influir en los demás al hablar en público. Un gran ejemplo de orador es Martin Luther King y su famoso discurso ‘I have a dream’ (Yo tengo un sueño). Otro personaje impresionante es Jesús, quien con tan solo contar historias frente a las personas producía milagros, y en nuestro país, el expresidente José María Velasco Ibarra y su poderosa frase: “Denme un balcón y seré presidente”.

Quienes temen hablar en público deberían preguntarse cuántas cosas podrían ganar si se expresaran ante otras personas y todo lo que están perdiendo por no hacerlo, por ejemplo, respeto, prestigio, autoridad, mayores ingresos económicos, desarrollo de carrera, mejores relaciones, credibilidad y mucho más que se puede resumir en una mejor calidad de vida.

Una de las herramientas que más ayudan a las personas a expresarse es el cambio de enfoque. “Cuando dicen voy a hablar con el público, es mucho mejor que si solo lo hacen, es como si dijeran voy a conversar con varias personas”.

Luego, agrega, un cambio realmente muy poderoso es dejar de mirar tanto hacia lo que están sintiendo y comenzar a mirar lo que están sintiendo las personas con las que están dialogando, eso brindará un mayor control de la situación.

El ser humano desarrolla sus miedos como una forma de protegerse tanto de experiencias negativas que pudieron ocurrir o que simplemente cree que le pueden ocurrir. Por lo tanto, el miedo está únicamente en su mente, y puede ocasionar, en casos extremos, hasta que se presente de manera física como sudoración, nervios excesivos, fallos en la memoria, entre otros.

Más razones

Según el psicólogo Wilson Betancourt, director de la Escuela de Coaching Complejo Natura, varias son las razones por las que una persona tiene miedo de hablar en público. Por ejemplo, no tiene práctica, teme ser criticada y no quiere pasar vergüenza, piensa que no posee algo interesante que contar y por eso es mejor dejar que otros hablen. O siente nervios a tal punto que no le salen las palabras y no le gusta que le hagan preguntas. Entonces es mejor no hablar.

El temor a expresarse, agrega, se asocia generalmente a la timidez, pero no siempre es así, ya que hay personas que manejan bien el arte de hablar en público, pero en la vida personal son más bien tímidas. En cambio, hay otras que les sucede lo contrario, son muy seguras en la vida personal, en conversaciones con amigos o familiares, pero cuando les toca hablar ante un grupo mediano o grande se cohíben.

También se suele asociar el miedo a hablar en público a personas introvertidas, pero tampoco es así, hay extrovertidas que cuando justo les toca hablar en público se paralizan.  “Hacerlo es una habilidad que se puede desarrollar. En algunas personas ocurre más espontáneamente que en otras, pero todas, sin importar su personalidad, pueden desarrollar esta habilidad”, asegura Betancourt.

El hábito de hablar en público, cree Pazmiño, debe comenzar cambiando el nombre. “No es solo hablar en público, creo que es hablar con el público, lo cual requiere incorporar otras habilidades tales como desarrollar el hábito de leer precisamente para tener más que compartir, activando la capacidad de comprensión y síntesis”.

También es recomendable escuchar, cuando se lo hace es mucho más fácil hablar. Además es muy útil, por ejemplo, que los padres permitan y estimulen a los hijos a expresarse cotidianamente para que aprendan, sobre todo, a dominar sus emociones y sientan que hablar con el público es algo muy natural, ya que en realidad es así.

¿Qué lo motivaría a hablar en público? Coméntenos

Terapia grupal

Para Betancourt, la mejor terapia que existe para superar el miedo a hablar en público y que lo ha comprobado en más de diez años que viene trabajando con niños, adolescentes y jóvenes adultos es la grupal. Cuando las personas juegan en un espacio terapéutico van dejando salir ese niño interior espontáneo que quiere expresarse y contarle al mundo su visión de la vida, su idea de la realidad, sus emociones y pensamientos.

Entonces, agrega, las personas van superando el miedo a hablar en público sin darse cuenta de que lo están haciendo. De repente, simplemente ya hablan ante varias personas y no solo eso, sino que pueden hacer mucho más, como cantar, bailar, actuar, entre otras. “El grupo se vuelve terapéutico y juntos se ayudan y se divierten. Asimismo, el uso de técnicas lúdicas y teatrales es realmente bastante efectivo”.

Teatro aleja temores

Hacer teatro, dice Betancourt, es un espacio donde las personas ven reflejada una conducta social, por eso se pueden ver y reconocer en este, ya sea lo que les molesta o lo que les agrada.

Los actores, explica, hacen bastante trabajo psicológico a través del teatro para superar su miedo escénico. También para desarrollar su espontaneidad, su creatividad, su conciencia corporal, emocional y hasta espiritual.

Entonces un taller de teatro puede usarse para beneficiar a las personas que tienen miedo a hablar en público y otros miedos. Les ayuda a aumentar la autoestima, la confianza en sí mismas, se vuelven más seguras y atrevidas, y mejoran la vocalización. Siempre que se cuente con profesionales que manejen muy bien estas técnicas y que el trabajo sea progresivo. Así que si alguien desea hablar en público tiene que empezar creyendo en sí mismo y que así lo logrará. (F)